Armonía familiar

Armonía familiar

Hemos visto con asombro y a su vez con satisfacción en estos dos últimos meses del año, noviembre y diciembre, un inusitado incremento en nuestra consulta de parejas de esposos, la mayoría jóvenes, que han asistido en la búsqueda de ayuda para tratar de solucionar diferentes tipos de conflictos que arrastran desde hace cierto tiempo en su vida conyugal.

Nuestra satisfacción obedece a que de esta manera tendremos las posibilidades de ayudar a reorganizar y más aún armonizar estas familias, que como tanto se ha dicho es la más grandiosa institución creada a través a de toda la historia de la humanidad en donde se hace del hombre y la mujer un ente bueno o malo…

Nuestros principios cristianos se fundamentan en la humildad y en la consagración de aquella pareja San José y la Virgen María, quienes recibieron en las condiciones inhóspitas de un pesebre a su hijo el niño JESUS, que luego predicaría la grandeza del amor y de la comprensión entre todos los hombres y mujeres que pueblan nuestro planeta.

Esa comprensión entre el hombre y la mujer que han constituido por amor el templo de un hogar, exige un alto nivel de tolerancia de nuestras innatas debilidades e imperfecciones, que siempre se podrán superar a través de un diálogo sincero sin prepotencia, ni actitudes agresivas.

Nuestra experiencia nos ha llevado a poder afirmar que todas aquellas parejas que en estos momentos están viviendo profundas dificultades en su matrimonio deben recurrir a la búsqueda de una orientación psicológica matrimonial, puesto que si lo aceptan con sinceridad y con el adecuado seguimiento las posibilidades de restaurar una feliz armonía y una ejemplar familia son excelentes.

El mejor regalo que puede recibir toda familia en esta tradicional celebración de las Navidades es disfrutar de un hogar, por humilde que sea, donde prevalezca la paz, la armonía y el amor entre todos los integrantes de esa célula familiar que es la cantera de donde han salido los hombres y las mujeres más sublimes de toda la humanidad, pero también los más sádicos y psicópatas que han llegado a cremar a millares de sus propios semejantes.

Para levantar una familia sana y ejemplar tenemos que luchar día a día con amor y dedicación, pero más aún con un profundo sentido de responsabilidad con el firme propósito de que nunca les faltaremos a nuestros hijos en los momentos que más nos necesitan es decir, en su infancia.

Exhortamos a todas aquellas parejas organizadas por el matrimonio, por unión libre o en período de noviazgo que dejen a un lado las actitudes orgullosas e inflexibles si su matrimonio o vida de pareja está deteriorado no pierdan tiempo y busquen ayuda ante un terapista de parejas y eviten que perezca su hogar y su familia, ya que luego lo lamentaran quizás por su falta de madurez de alguno de ellos o de ambos, lo que sucede con tanta frecuencia, fundamental en parejas jóvenes para todas las parejas especialmente las que viven en armonía en estas Navidades.

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