Armonía: lo que más conviene

Armonía: lo que más conviene

Las relaciones comerciales entre República Dominicana y Centroamérica, y particularmente Costa Rica, pasan por un  momento de tensión en virtud de prácticas que se suponen en riña con tratados entre  este país y el bloque regional.

Costa Rica, que parece ser portavoz de Centroamérica, alega que nuestro país pone trabas al ingreso de sus productos. Y la República Dominicana sostiene que Costa Rica viola pautas sobre subsidios por medio de trato fiscal especial a productos destinados a nuestro mercado.

Aunque los tratados entre ambas partes prevén vías para la solución de controversias de este tipo, parece que Centroamérica se inclina por llevar sus quejas a la última instancia, que es la Organización Mundial del Comercio, lo que supondría un largo proceso.

A menos que la voluntad de las partes empuje hacia otro lado, el  diálogo sigue siendo el recurso más idóneo para zanjar este tipo de disputa. El Gobierno dominicano ha expresado su disposición para  el diálogo, sin rehuir acogerse a la instancia que escojan los centroamericanos.

El intercambio comercial entre nuestro país y el itsmo ha sido fructífero y ha motorizado importantes inversiones y negocios. Las mismas razones que inspiraron los tratados suscritos deberían servir para un diálogo reparador, sin más complicaciones.

Drogas de aquí hacia Europa

La captura, en Bélgica, de 91 kilos de cocaína en los equipajes de tres españoles que llegaron en un vuelo procedente de la República Dominicana debe servir de clarinada a las autoridades locales para afinar los procedimientos de revisión de salida en nuestros puertos y aeropuertos.

El decomiso de la droga se suma a otros practicados en relativamente corto tiempo por autoridades europeas y que han estado relacionados con vuelos procedentes de nuestro país. Y parecen guardar  relación con capturas hechas aquí de drogas que tendrían como destino países del Viejo Continente.

Es innegable el celo y el activismo de nuestras autoridades antinarcóticos por someter a control el negocio ilícito de drogas.

Aún reconocido ese esfuerzo, es necesario que los medios de interdicción operen con mayor rigor, para desestimular estas  “exportaciones” nada deseables.

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