Hoy 
POR FIOR GIL
Monseñor Francisco José Arnaiz pidió ayer al pueblo dominicano que haga esfuerzos para conseguir un aumento en la producción y la productividad, más responsabilidad, seriedad y solidaridad para enfrentar los problemas y criticó el endeudamiento progresivo del gobierno en los últimos años.
Consideró que la Nación atraviesa por momentos «difíciles, tenebrosos e intranquilizantes», por lo que pidió a Nuestra Señora de la Altagracia interceder a favor del pueblo dominicano.
En la homilía que pronunció en la Catedral de Santo Domingo en la misa que ofició con motivo del Día de Nuestra Señora de la Altagracia, monseñor Arnaiz dijo que el país enfronta problemas sociales, políticos y económicos «porque el mantel y la mesa son demasiado pequeños para tantos comensales y dar de la mesa a unos es quitar manjares a otros».
Se necesita, dijo el obispo emérito de Santo Domingo, aumentar la mesa, porque un pueblo no puede vivir de endeudamiento progresivo, de recurrir al préstamo para atender a las necesidades.
Advirtió que cuando una familia empieza a recurrir al préstamo lo único que hace es multiplicar su pobreza y tendrá que aumentar sus ingresos solo para amortizar los intereses de los préstamos.
«Tenemos que resolver los problemas económicos con mayor producción, con mayor productividad. No hay derecho a que haya tantas manos estériles y tanta tierra y sol improductivos,» dijo el sacerdote.
«Todos tenemos momentos difíciles, un poco tenebrosos, intranquilizadores. Tenemos que decirle a Virgen, que los dominicanos estamos pasando por un momento difícil y que necesitamos su ayuda», dijo monseñor Arnaiz.
Dijo que hay muchas dificultades humanas ya que muchas familias tienen problemas personales «muy fuertes, muy arduos. Tenemos muchos niños que no tienen acceso a la educación, que no tienen acceso a los servicios de salud. Tenemos demasiados jóvenes descarriados porque se les cierran los horizontes o porque no han podido recibir una buena educación», agregó.
El religioso sostuvo que por esta situación gran parte de la juventud se integra a estructuras indignas como es el consumo y el tráfico de las drogas, la delincuencia y el crimen.
Dijo que muchos de estos problemas tienen su origen en la miseria y el desempleo.
«Por otro lado, padecemos de una pobreza que se caracteriza por una falta de ingresos adecuados, dignos, pero al mismo tiempo seguro. Tenemos un índice demasiado alto de desempleados, de gente que busca trabajo y no encuentra, es más, tenemos muchos adultos que no solamente no tienen trabajo sino que son inempleables, que no es fácil conseguirles trabajo», indicó.
Indicó que la falta de capacidad y la baja producción de una gran parte de la población los cierra el acceso al empleo. «Hay gente que solo tiene los brazos y los pies, la fuerza animal, hoy ya desplazada por las maquinas,» dijo el obispo emérito.
LOS PARTIDOS
En otro orden, monseñor Arnaiz afirmó que los partidos políticos se encuentran enfrentados por la ambición de poder. Los partidos políticos, dijo, en su mayoría están enredados en reyertas, en enfrentamientos, en discusiones por el Poder», además de que muchos tienen falsas concepciones sobre el poder publico y en lugar de servir tratan de servirse de ese poder.
«Demasiados poderosos y pocos servidores. Tenemos problemas sociales, de pocos que tienen demasiado y demasiados que tienen poco y hay que equilibrar. Los bienes son comunes y deben de servir para cubrir las necesidades de todos,» estimó monseñor Arnaiz.
Consideró que es necesario arreglar la forma en que los partidos realizan su trabajo político, que no deben entender que no solo es para conseguir el poder, sino para solucionar los problemas al pueblo.
La Catedral, durante la misa que ofició monseñor Arnaiz, estuvo llena de fieles y representantes de las congregaciones Hijas de María. Fue concelebrada por el vicario de la Catedral, reverendo padre Evaristo Heres.
