Arnaldo Roche-Rabell,
autorretrato de un nuevo vidente

Arnaldo Roche-Rabell, <BR>autorretrato de un nuevo vidente

POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
«FRATERNOS». Atraídos por la calidez del ritual que asociamos a este vital y resistente título de Arnaldo Roche-Rabell (1955), penetramos a las majestuosas salas del Museo de Arte de Ponce (Junio 05-Julio 30, 2003), ocasión y espacio «naturales» para registrar la reafirmación de este genial y prestigioso artista puertorriqueño como uno de los máximos exponentes de la pintura latinoamericana contemporánea.

Bajo la responsabilidad curatorial de Michéle Dalmace, la muestra estuvo compuesta por 11 piezas de grandes formatos y de impacto expresivo estremecedor. En esta extraordinaria serie de pinturas ejecutadas sobre los signos del rito y el rigor, Arnaldo Roche-Rabell ha querido tributar un sensible e iluminado homenaje al gran maestro holandés Vincent Van Gogh (1853-1890) y a su propio hermano mayor, muerto trágicamente en plena juventud.

En obras como las tituladas: «Dentro de estos templos se escribe la historia: solo mentimos cuando pintamos»; «La naturaleza siempre enmarca a los salvajes»; «Acaso no todos queremos enterrar a nuestros muertos»; «Vuelta al árbol de la vida»; «De esta mesa comemos todos»; «Al final de la noche me quedé esperando vestido de puta»; «Mi hermano nunca volvió»; «Desde este balcón todas las estrellas parecen falsas» y «El tercer huésped», es evidente que a Roche-Rabell le interesa observar sistemáticamente la ambigüedad o interrelación entre vida y obra; angustia personal, historicidad, pensamiento y práctica simbólica. Asimismo, en esta etapa creativa, Roche-Rabell llega a desplegar una extraordinaria capacidad creativa en la materialización de una obra que nos toca hondamente y nos ayuda a percibir las dimensiones más enigmaticas de la vida, la existencia, la tragedia, el delirio, la lucidez y la imaginación.

Tal como sostiene el respetable crítico de arte Ricardo Pau-Llosa: «El martirio y la brillantez de Van Gogh no pueden ser abordados con ligereza por un artista contemporáneo. Como mínimo, tan cargadas de resonancias y tan famosas son su vida y su arte que los peligros de la sentimentalidad y la explotación del tema son sobrecogedores, En el caso de Roche, el estilo expresionista de su arte esta ya, de por sí, alineado con las furias y la estética visionaria que Van Gogh incorpora.

El emplear, de manera explícita, las imágenes de Vincent y sus obras, por ende, conlleva el peligro adicional de permitir que una fuente vital e inspiradora predomine, con su mera presencia, sobre cualquier intento de reflexión, Con destreza Roche Rabell ha escapado a ésta y otras trampas en esta serie sorprendente al situar la reflexión bajo la égida del drama. Sobre todo lo demás, las pinturas de Roche-Rabell sobre el tema de su «hermano» doble -el jóven que se perdió de su casa y fue encontrado muerto de hambre, y el pintor que se pegó un tiro en un campo- son exaltaciones intensas y profundas sobre el impulso en la pintura»(1).

Por su parte, y refiriéndose a las pinturas más recientes de Roche-Rabell, el reconocido curador y crítico de arte Antonio Zaya nos advierte que: «El compromiso de Arnaldo Roche-Rabell no se establece únicamente con su cultura, ni con la estética, ni tampoco, desde luego, con la muerte y la locura, sino con el centro de la vida misma a la que entrega todo el sentido, la fe y el alma de su pintura ritual, que convendría ya comenzar a llamar por su nombre, apropiadamente, porque sin esa resultante, y consecuencia de este encuentro entre pintura y acción, más cercano a Pollock que al mismo Van Gogh, su obra sería muy otra. El compromiso de Arnaldo Roche-Rabell con la vida es tambien con su tiempo que ha sido capaz de reconciliarlo con sus espíritus y despojarlo de su propia memoria quemada y herida por una realidad a la que le ha dado, no la espalda, sino la mano que la pinta hasta confundirse con ella en este monumental autorretrato que es toda su obra»(2).

NOTAS.

(1) Ricardo Pau-Llosa: «Pintando para salvarse: la serie Van Gogh de Roche-Rabell». Ensayo para el catálogo de la exposición «Fraternos», Museo de Arte de Ponce. PR, Junio 05-Julio 30, 2003.

(2) Antonio Zaya: «Arnaldo Roche-Rabell: Autorretrato». Catálogo de la exposición individual del mismo título en Walter Otero Gallery, San Juan, PR., septiembre-octubre, 2004. Para más información sobre la obra y trayectoria de Arnaldo Roche-Rabell, contactar a: Walter Otero Gallery, Monte Atenas Office Building. Ave. Las Cumbres Rd. 199 Km. 4. Suite 205, San Juan, PR 00926. Walterotero@mac.com / www.artenet.com / alterotero.hml

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