El presidente Danilo Medina expresó reciente que no se considera en la cúspide del Olimpo, y que las elecciones se ganan voto a voto, exhortando a sus parciales a buscar casa por casa los votos para el propósito desagradable y cuestionable de la reelección.
Esa premisa delata una evidente preocupación del gobernante orientada a proseguir detentando los relámpagos del mando supremo del destino nacional más allá del 15-08-16, aunque previo, aseguró al país su retiro al hogar esa fecha, que desdijo luego.
Es decir, que pese a que todos los sondeos lo identifican alto en las consultas, hasta un 54.8% Asisa el 26 de enero contra 38.5% Luis Ainader Corona, el presidente Medina intuye que no las tiene todas consigo.
El presidente Medina sabe, como el dominicano más enterado de todo, que debe y tiene que ser un gobernante de todo lo que acontece en su país, que hay una cuota alta de hastío por 16 años del PLD ejercer el poder sin una oposición vertebrada fuerte que consiga contradecirlo para que modifique su estilo de gobierno populista y mendicante, en que la clase media ha reducido su nivel a referencias de sobrevivencia y la pobre aumentado significativamente.
En la primera acepción, el diario La Información del 18-09-15 revela en encuesta de sus lectores que un 83% apoya un cambio, y un 14.1% la reelección. En el segundo “quintil”, la Escuela de Economía de la UASD revela que en el período 2000-15 los salarios reales cayeron un 25.8% a una tasa promedio de –1.97% no obstante el crecimiento promedio de la economía de un 5.2% (HOY 26-01-16), traducción de inequidad y reducción calidad de vida, no obstante el gobierno incorporar 380 mil empleos.
El tema es largo, el espacio corto. Seguré.