El recién designado ministro de Educación y saliente ministro de Relaciones Exteriores, arquitecto Andrés Navarro, dijo ayer que su gestión estará concentrada en la calidad de la educación en las escuelas públicas, por ser el trabajo que se debe hacer para construir una nueva República.

Se comprometió a crear las mejores condiciones para que los maestros puedan dar el mejor de los servicios a los estudiantes, una nueva generación de niños y jóvenes que deben ver al país como una fuente de compromiso y de grandes oportunidades.

A unas horas del político enterarse de su nueva labor, dijo que es un alto honor y un privilegio desempeñar la política de la “espina dorsal del presidente Medina”, por lo que lo asume con humildad y mucha entrega.

Navarro, a quien muchos le reconocen su labor académica de más de 25 años en la enseñanza del nivel superior, ofreció declaraciones en el acto de juramentación en el Palacio Nacional y en el “tedeum” en la Catedral Primada.

En la eucaristía reiteró que trabajar en equipo con todos los sectores involucrados en el proceso de educación de los niños y los jóvenes va a ser la clave para cumplir la meta que el presidente expresó ayer en el discurso de inicio de su segundo gobierno, “que es ahora, en estos cuatro años, lograr una educación de calidad”.

Dijo que en los cuatro años que concluyen, el Gobierno consiguió crear toda la infraestructura necesaria que permitirá una docencia digna y adecuada para los niños y los maestros.

Cuando se le indagó sobre los libros de texto, dijo que desde este miércoles se reunirá con los técnicos para trabajar y ponerse a tono con los retos.
Felicitó al saliente ministro, Carlos Amarante Baret, por su “extraordinario trabajo”, quien ahora asume el ministerio de Interior y Policía.