Arquitectos atribuyen  tapones a la falta de planificación

Arquitectos atribuyen  tapones a la falta de planificación

El arquitecto urbanista Teófilo Almonte Pérez afirma que, a pesar de los elevados,  los tapones en las avenidas 27 de Febrero y John F. Kennedy continúan debido a  que las autoridades no realizaron una proyección a largo plazo del crecimiento poblacional y vehicular en el Distrito Nacional.

Mientras, Fernando Rivas, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), dice problema  radica,  además,  en el irrespeto de los ciudadanos a las   leyes de tránsito.

Almonte, profesor de Urbanismo en la UASD, explica que   centralizar la actividad comercial y política en el Distrito Nacional hace que todo fluya hacia él y que la capital se vuelva un “caos”. 

“No hemos querido entender que la ciudad no fue planificada y en vista de eso se han construido superposiciones viales dentro de la ciudad para resolver un problema de tránsito que ha ido en aumento desde el año 1965, cuando la población fue creciendo”, precisa el exdirector de Planeamiento Urbano de Santo Domingo Oeste.

Sostuvo que cuando se comenzaron a construir las avenidas Abraham Lincoln, Winston Churchill, Máximo Gómez y Gregorio Luperón, que van Norte-Sur, el borde de la ciudad era la Zona Industrial de Herrera, pero la población se triplicó y  sobrepasó ese límite.

“Debido al aumento de la población se dividió la capital y ahora tenemos el Distrito Nacional, Boca Chica y la provincia de Santo Domingo, subdividida en los municipios Norte, Oeste y Este, pero  no se han dado  los servicios adecuados en esos sectores y la gente tiende a emigrar al centro de la ciudad  porque es el lugar principal de trabajo,  donde vine todo el mundo a comprar y  a divertirse”.

El experto señala que al menos en Santo Domingo Oeste y Norte, por ejemplo, no hay un restaurante de alta calidad donde la gente pueda ir a comer y eso repercute en que se   trasladen al Distrito Nacional para satisfacer esa y otras necesidades.

Aclara que en el momento que se ejecutaron los elevados eran una solución viable para resolver una problemática.

“Recuerdo que cuando se empezaron los elevados los tapones eran tan grandes que hubo gente que murió de infartos en un embotellamiento. El Estado creyó que era una solución factible en ese momento y realmente lo fue, pero los elevados y pasos a desnivel no fueron una planificación a largo plazo, sobre una ciudad no planificada, sino una construcción más hecha para solucionar una problemática inmediata”.

Sostiene que Santo Domingo  ni el Distrito Nacional tienen un plan a largo plazo que intervenga la ciudad y la prepare para ser una metrópolis y al no tenerlo “tenemos que andar dando pasos y resolver situaciones que se presentan”, deplora  Almonte.

Rivas exhorta a castigar a quienes quebrantan las leyes, porque ellos provocan los grandes tapones.

La cifra

1 millón es la cantidad de  personas que se trasladan al Distrito Nacional desde el interior del país y los municipios que integran el gran Santo Domingo, afirma el alcalde del Distrito Nacional Roberto Salcedo, esa migración diaria influye en los embotellamientos de las principales avenidas de la capital del país.

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