Por: George Latorus

En realidad, no hay reglas compositivas ni modelos de estilos que puedan garantizar guías independientes en cada contexto especifico donde se realizará el proyecto. En el interior de cada situación o contexto se desarrollan una serie de reglas estructuradas en cada proyecto específicamente, y, al ser analizadas y desarrolladas muchas veces toman direcciones contradictorias dando razón al organismo arquitectónico. En el proceso del proyecto arquitectónico entran en juego una serie de variables que van cediendo el paso a otras que adquieren más fuerza y personalidad a según estas se identifican con el tema y el contexto en estudio. Lo que aquí escribo no constituye un tentativo de exponer una teoría de la composición arquitectónica ni mucho menos una metodología rigurosamente organizada: se trata solo de una serie de indicaciones de procedimientos prudentes y razonables (a mi parecer necesarios).

El nivel de calidad de los resultados será garantizado por el interés, la preparación, la pasión y la concentración de aquel que opera como Arquitecto. Por esto quiero explicar una serie de Buenos Consejos, que sirven a jóvenes estudiantes de arquitectura que están acumulando sus primeras experiencias diseñando cosas en algún lugar del espacio con pasión e interés.

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Durante el proceso de diseño, tratar de no pensar de necesariamente “originales” ni mucho menos “artistas” que proponen cosas nunca vistas o realizadas por arquitectos famosos e internacionales. Recordemos que el trabajo del arquitecto es de larga duración. Debemos hacer cosas elegantes y funcionales como si hubieran existido siempre. Esto se logra a base de un proceso largo, complejo y tenaz, la arquitectura es en trabajo serio y creativo que emplea todos los materiales del proyecto.
No debemos seguir necesariamente una tendencia o estilode moda en el momento (muchas veces en otras latitudes). Nuestra manera de entender la arquitectura se desarrolla en base a nuestro conocimiento, con el tiempo y la práctica, tendera a consolidarse e personalizarse, en ese momento nuestro proceso de diseño adquiere una identidad propia. Pensar de inclinarnos desde el inicio del proceso de diseño a un lenguaje o tendencia del momento, es una pésima puerta de entrada para el proyecto.
No deberíamos hacernos falsa ilusiones del valor “universal de nuestras ideas, teorías, modelos y métodos, cada proyecto ofrece una verdad específica para investigar, para iniciar un proceso y poner en función un sistema de técnicas precisas. Teoría y Práctica son más que nunca dos fases del proyecto recíprocamente indispensables.
La verdad especifica es aquella del lugar, del contexto, la geografía del sitio, la organización del territorio y de su historia. Las direcciones del proyecto serán determinadas por el análisis de los hechos y eventos presentes en el contexto, una especie de colección de datos y reflexiones.
El buen proyecto de arquitectura es el resultado del interés y las reglas de la disciplina, pero, solo el encuentro con un análisis profundo del contexto dará una configuración real al proyecto a realizarse.
“Los Detalles”. No debemos dejar a otros profesionales los aspectos aparentemente secundarios.
Desde que los verdaderos históricos de la arquitectura nos han abandonado se ha abierto una orgia antófaga de historia vivida muy superficialmente y en cierta forma se ha convertido en una forma de legitimación de nuestras ideas, en vez de un campo abierto para nuestras discusiones proyectuales. Debemos alejarnos de esa visión antagónica que nos crea la historia y regresar al mundo real.
Como sabemos, la Arquitectura no es una técnica, sino un conjunto de técnicas. Necesitamos conocerlas y ejercitarnos continuamente en esta y sus novedades. Las técnicas deben estar en nuestras espaldas, no debajo de nuestros pies, ósea delante de nosotros como modelos
Las reglas son importantes: se necesita construir un lenguaje común y un modo de transmitir la disciplina comprensiblemente. Lamentablemente esto en el mundo de hoy es difícil de establecer reglas, muchas veces son expuestas con demasiada seguridad y se transforman en carrocería que esconde nuestras indecisiones y contradicciones.
Mi Consejo más importante es, cuando hagan arquitectura hagan el menor ruido posible. Esto se obtiene con paciencia y atención, sin olvidar que la arquitectura es un trabajo serio. Regla principal para quien diseña, hacer silencio a su alrededor para ser más atentos y capaces de “ver pequeño entre las cosas”.

Considero importantes estas reflexiones sobre todo hoy, donde la arquitectura parece no interesar a nadie (por lo menos como la entendemos nosotros). Hoy la arquitectura se basa en la construcción de una imagen pre establecida del resultado que se quiere obtener, luego, acomodamos (muchas veces con resultados desastrosos), las funciones y áreas requeridas. Nos olvidamos de los materiales de la Composición Arquitectónica que son numerosos y complejos, por ejemplo, la relación con el contexto, con la historia, con la topografía, con el clima, etc. Hoy, estas temáticas de la composición arquitectónica son consideradas poco interesantes.