ASUNCIÓN.  AFP.  Los países iberoamericanos celebran desde hoy su tradicional cumbre sin la presencia de varios mandatarios, con la crisis económica en la Eurozona de fondo y en un entorno de apatía que cuestiona cada vez más el alcance de estas citas.

La reunión, que se extenderá hasta el sábado, contrasta la difícil situación de España y Portugal con el crecimiento económico de sus ex colonias, gracias en parte a la demanda china de materias primas. «Es una crisis dura, estructural, que marca el inicio de una época todavía incierta en la que surgen nuevos actores, como China», afirmó el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias. Por el lado de los países europeos asistirán las máximas autoridades, mientras los presidentes de Argentina, Cuba, Brasil, Colombia, Nicaragua, Uruguay y Venezuela no asistirán.