Arranca la fiesta en Cuba por 48 años
de revolución, pero sin Fidel

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Por Isabel Sánchez
LA HABANA, Dic 28 (AFP) – Cuba comienza el viernes una gran fiesta por el 48 aniversario de la revolución que se cumple el 1 de enero, pero pesa en el ambiente el silencio oficial sobre la salud de Fidel Castro, de quien los cubanos no tienen imágenes desde hace dos meses.
  

Un amplio programa de actividades en toda la isla fue publicado este jueves en los medios locales: «Arte y alegría en un nuevo año de victorias», tituló el diario oficial Granma.
  

Conciertos en la Tribunta Antiimperialista, ubicada frente a la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, presentaciones de salseros, boleristas, rockeros, exposiciones de pinturas, ferias de agricultura y espectáculos circenses forman parte del programa de celebración.
  

Una gala de lujo, a cargo del Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de la »prima ballerina assoluta» Alicia Alonso, tendrá lugar el lunes en la sala García Lorca, del Gran Teatro de La Habana.
  

Las festividades también serán una prolongación del homenaje a Fidel Castro por los 80 años que cumplió el 13 de agosto en plena convalecencia de la cirugía a la que fue sometido de urgencia el 27 de julio, tras un sangrado intestinal.
  

Pero el silencio mantenido hasta ahora por las autoridades sobre el estado de salud de Castro aumenta la ansiedad de los cubanos por recibir al menos un mensaje en una fecha tan significativa.
  

Una caricatura publicada en primera plana de Granma este jueves parece responder indirectamente a esa inquietud. Una mano, en cuyo puño se deja entrever el ribete de una chaqueta deportiva, toma con firmeza un teléfono de donde emerge una frase dicha por quien está al otro lado de la línea: «¡Comandante en jefe, ordene!».
  

Hace exactamente dos meses, para desmentir rumores de una grave enfermedad o de muerte, Castro apareció en un video de cinco minutos, vestido de uniforme deportivo, hablando por teléfono, dando algunos pasos, ejercitando los brazos, saliendo de un elevador y leyendo un periódico.
  

Castro dijo ese 28 de octubre que su recuperación era larga y «no exenta de riesgos», pero que participaba «en muchas de las decisiones más importantes» del país.
  

No obstante, tras ausentarse en un homenaje de fines de noviembre, en el desfile militar del 2 de diciembre y en la sesión del Parlamento del pasado día 22, aumentaron las especulaciones sobre su salud, declarada por él mismo como «secreto de Estado».
  

El martes, sin embargo, el médico español José Luis García Sabrido, afirmó en Madrid que tras examinar a Castro en La Habana el pasado fin de semana, el líder cubano no tiene cáncer ni ninguna otra enfermedad maligna.
  

Fuentes diplomáticas occidentales consideran que la visita del médico, muy sonada en el exterior, contribuye a distraer la atención; mientras que algunos piensan que las autoridades cubanas dieron el informe a través de un médico extranjero para que tuviera credibilidad.
  

En Cuba la información del médico no fue confirmada por las autoridades ni difundida en la prensa local, aunque muchos cubanos se enteraron por las señales de televisión satelital que reciben ilegalmente.
  

«Estamos esperando a que nos den una explicación, vamos a ver si ahora el 1 de enero dicen algo porque está bueno ya de tanto silencio», dijo a la AFP un estudiante de diseño gráfico, de 26 años, que participa en la organización de las fiestas.
  

La última referencia oficial sobre la salud del líder cubano fue una breve frase del presidente interino, Raúl Castro, en la sesión parlamentaria, donde dijo que su hermano, a quien sustituye en el poder desde el 31 de julio, «progresa en su recuperación».
  

El pasado 16 de diciembre, el diario Granma divulgó que Castro sostuvo dos conversaciones telefónicas con el presidente venezolano Hugo Chávez y otra con una reunión de gobernadores locales. Desde entonces, no se sabe nada de su actividad.

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