SAN SALVADOR (AFP) – Con la detención de 132 personas acusadas de diferentes delitos, la Policía Nacional Civil (PNC) reacionó al clamor generalizado de los salvadoreños aquejados por una ola de violencia que deja un promedio de doce homicidios diarios. Tras las constantes denuncias de la población sobre las masivas extorsiones y los homicidios provocados por la desbordada delincuencia y violentas pandillas, la Policía emprendió desde el miércoles una amplia operación en todo el país.

“Desarrollamos la operación más grande a nivel nacional, en toda la historia de la PNC y el saldo es de 132 detenidos, que sin duda quedarán en la cárcel”, declaró a la AFP el director de la corporación policial, Rodrigo Avila.

Tras destacar el trabajo de la “unidad de investigación” de la PNC, Avila comentó que para detener a los acusados de diferentes delitos, se realizaron 97 allanamientos que dieron como resultado la detención de 78 miembros de maras (pandillas) y 48 personas más que son acusadas del delito de homicidio. Seis delincuentes más fueron detenidos “en flagrancia”.

“El problema de la ola de homicidios que aqueja al país esta aquí. Son los homicidas, los que creen que matando gente, los que creen que llevando dolor y luto se van a salir con la suya”, dijo Avila refiriéndose a los detenidos.

Avila prometió repetir “el fuerte golpe” con nuevas operaciones en diferentes rumbos del país, pero demandó la colaboración ciudadana mediante la denuncia. Para facilitar la denuncia “confidencial”, principalmente en los casos de extorsión, el gobierno salvadoreño mediante una campaña mediática estimula a llamar a una central teléfonica. En los primeros siete días la central recibió un poco más de 500 llamadas, precisó Avila.

Este viernes una encuesta del periódico La Prensa Gráfica aseguró que la mitad de los salvadoreños no denuncia los delitos, a pesar de que el número de familias afectadas sigue en aumento.

La directora de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador, María Julia Hernández, aseguró esta semana a la AFP que la población tiene temor de denunciar los hechos violentos, en virtud de que decenas de testigos fueron asesinados por encargo de sus victimarios para evitar toda prueba testimonial.