Arrecian combates en Líbano

Arrecian combates en Líbano

BEIRUT (AFP).- Encarnizados combates estremecían ayer, jueves, el sur del Líbano, donde columnas de blindados israelíes asaltaban nuevas posiciones de la milicia chiita de Hezbolá, que sigue en pie de guerra un mes después del inicio de la ofensiva del Estado hebreo.

Pese a las cruentas batallas, Israel asegura que aún no ha extendido sus operaciones terrestres para adentrarse más en Líbano, algo que prevé hacer tras el visto bueno otorgado el miércoles por el gabinete de seguridad israelí. No las lleva a cabo, dice, para dar una oportunidad a las difíciles negociaciones de paz en la ONU.

En Beirut, la aviación israelí lanzó octavillas en las que solicitaba a los últimos habitantes de la periferia sur que abandonaran sus hogares y alertaba de que iba a “extender sus operaciones” en la capital.

Este suburbio, bastión del Hezbolá, es ahora un paisaje en ruinas por los repetidos bombardeos desde el inicio de la guerra, el 12 de julio. Columnas de blindados procedentes del norte de Israel avanzaron siete kilómetros en el interior de Líbano para asaltar la ciudad de Jiam, donde están desplegados combatientes de la milicia islámica.

Durante la jornada, la entrada de la ciudad se convirtió en escenario de violentos combates.

Según varios corresponsales de la AFP, Hezbolá lanzó una contraofensiva para tratar de frenar el avance israelí con la destrucción de varios blindados.

En Marajayun, a 10 km al noroeste de Jiam, una unidad del ejército de Israel ocupó un edificio del cuartel de las fuerzas libanesas. Unos 400 soldados y gendarmes se encuentran en esa localidad cristiana, según un oficial consultado por la AFP.

Un mes de guerra no ha permitido a Israel y a su poderoso ejército mermar significativamente las capacidades de Hezbolá, que controla el sur del país y se ensañan a diario contra las poblaciones del norte de Israel con sus cohetes.

Dos israelíes árabes, una mujer y su hijo de cinco años, fallecieron por el disparo de uno de esos proyectiles a unos 20 km de la frontera.

   La ofensiva de Israel ha provocado más de 900.000 desplazados en Líbano, una cuarta parte de la población. Las organizaciones humanitarias se topan con grandes dificultades para hacer llegar la ayuda a los afectados debido a la destrucción de centenares de carreteras y puentes.

   El coordinador de asuntos humanitarios de la ONU, Jan Egeland, advirtió el jueves de que Líbano iba a quedarse sin combustible en los próximos días o semanas, si continuaba la guerra, lo que paralizaría los hospitales y provocaría el corte de la electricidad en el país.

   Los bombardeos israelíes dejaron el jueves cuatro muertos y 28 heridos en el sur y este del país. Más de mil personas, la mayoría civiles, fallecieron desde el 12 de julio.

   Según medios de comunicación israelíes, que citaban el jueves a responsables políticos, la extensión de la ofensiva terrestre se ha postergado con el fin de dar tiempo a que fructifiquen los esfuerzos diplomáticos para elaborar un proyecto de resolución sobre la crisis que debe ser sometido al Consejo de Seguridad de la ONU.

   El borrador definitivo, que modificaría la propuesta consensuada anteriormente por Francia y Estados Unidos y que fue rechazada por Líbano, debería quedar listo para su votación en las próximas horas.

   El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, declaró el jueves por la tarde que esperaba un acuerdo “de un momento a otro”, mientras que el primer ministro británico, Tony Blair, estimó que éste se produciría en las próximas 24 horas.

   En cualquier caso, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió que la resolución sea consensuada esta semana.

   El principal escollo reside en que el texto franco-estadounidense no contempla la retirada israelí del sur de Líbano, algo que reivindica férreamente Beirut.

   Por su parte, Israel reiteró el jueves que la resolución debe contemplar el alejamiento de Hezbolá del sur de Líbano y el despliegue de una fuerza multinacional en la frontera.

Fracaso en ONU

NUEVA YORK (AFP).- Las negociaciones en la ONU en pos de una resolución del Consejo de Seguridad que permita poner fin al conflicto en Líbano fracasaron ayer, jueves, tras lo cual Rusia presentará un texto llamando a un cese del fuego humanitario, anunció el embajador ruso Vitaly Tchurkine.

“Los estadounidenses y franceses no lograron entenderse (y) continúan sus discusiones. Esta noche (jueves), la Federación Rusa presentará al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución para un cese del fuego humanitario, llamando a un cese inmediato de las hostilidades por 72 horas”, dijo Tchurkine a la prensa.

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