POR LUIS M. CARDENAS
Miembros de la seguridad portuaria del Muelle de Haina Oriental arrestaron a ocho personas que fueron detectadas en un contenedor de un barco que proponía zarpar con destino a Miami.

El grupo se introdujo en un contenedor cargado de clavos y vinagre proveniente de la zona franca de Los Alcarrizos, con la finalidad de viajar de manera ilegal hacia territorio de Estados Unidos.

Entre los polizones apresados se encuentran Aneudi Palmero, Domingo Acencio, Aníbal Acencio y Nabel de Jesús Acencio, los cuales residen en Palavé.

Cuatro de los ocho fueron trasladados al hospital Padre Billini donde recibieron atenciones médicas, tras ser ingresados al presentar problemas graves.

De acuerdo a los informes oficiales, el grupo fue atrapado a las 4:00 de la tarde en un barco mercante que se disponía a zarpar hacia Miami, Estados Unidos.

El contenedor era el número cinco de los que serían colocados en la bodega del barco que zarparía a las 7:00 de la noche de ayer del muelle de Haina Oriental con destino a Miami.

Se informó que el capitán del barco se dio cuenta de la existencia de los polizones, al escuchar golpes en el contenedor y que de inmediato ordenó que fuera abierto.

Se dijo que a los ocho le ocuparon una pata de cabra y una cizalla con la cual tenían planeado abrir el contenedor cuando el barco se encontrara en alta mar.

Los médicos del hospital Padre Billini, dijeron que cuatro de los polizones llevados al establecimiento de salud presentaban dificultades respiratorias, deshidratación, ansiedad, delirio y desorientación.

Explicaron que Palmero y Domingo Asencio fueron ingresados en el hospital al presentar problemas graves y que salvaron la vida milagrosamente.

Dijeron que estos dos llegaron al hospital casi asfixiados, por lo que todavía anoche no podían asegurarles la vida.

De Jesús Asencio dijo que entraron en el contenedor en horas de la madrugada y que tenían alrededor de 10 horas cuando fueron descubiertos.

Explicó que al ver que se asfixiaban, comenzaron a tocar el contenedor para que se dieran cuenta que había gente y abrieran la puerta.