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BAGDAD (AFP).- Las autoridades iraquíes detuvieron ayer a un “guardia” en el marco de las investigaciones realizadas para identificar al autor del vídeo pirata sobre la ejecución en la horca de Saddam Hussein, que se está convirtiendo en un verdadero escándalo de Estado.
“Uno de los guardias (que asistió al ahorcamiento) ha sido arrestado”, declaró a la AFP Haydar Majid, un portavoz del primer ministro, Nuri Al Maliki. Saddam fue ahorcado el sábado por las autoridades iraquíes en una prisión de un barrio del norte de Bagdad mayoritariamente chiita, tras haber sido condenado a muerte el 5 de noviembre de 2006.
Pocas horas después de la ejecución, la cadena pública Iraqia difundió una secuencia sin sonido de unos veinte segundos, grabada por un equipo autorizado, que mostraba los últimos momentos de Saddam justo antes del ahorcamiento.
Pero desde el domingo, un vídeo pirata grabado con un teléfono móvil circula por Internet.
La grabación muestra los detalles de la ejecución y revela que varios de los testigos que asistieron a la misma corearon el nombre del clérigo radical chiita Moqtada Sadr, mientras que otros insultaron al ex presidente y lanzaron gritos de venganza tras su muerte.
Esas imágenes provocaron una profunda conmoción en la comunidad sunita de Irak y en los países árabes de la región.
Al Maliki ordenó una investigación para determinar la autoría del vídeo y de los responsables de su difusión por internet, así como para identificar a los autores de los gritos que se escuchan.
Según un miembro de su entorno, el primer ministro iraquí se ha tomado el asunto “muy en serio” y “quiere castigar al responsable, sea quien sea”.
El fiscal general del Alto Tribunal Penal Iraquí, Munqith Al-Farun, que asistió al ahorcamiento, aseguró que sólo dos de los alrededor de veinte testigos presentes disponían de teléfono móvil.
“Ambos eran altos responsables gubernamentales”, subrayó el martes en la cadena árabe Al Yazira, aunque rehusó dar sus nombres.
Por otra parte, el ejército estadounidense aseguró este miércoles que se mantuvo al margen del ahorcamiento de Saddam.
“Si me preguntan si nosotros hubiéramos hecho las cosas de otra manera, sí, las hubiésemos hecho de otra manera. Pero no era de nuestra incumbencia, era una decisión del gobierno iraquí”, declaró el portavoz del contingente estadounidense en ese país, el general William Caldwell.
Mientras, los partidarios del ex dictador siguieron rindiéndole homenaje este miércoles en su antiguo bastión de Tikrit (a 180 km al noreste de Bagdad) y en su pueblo natal de Auja (a 4 km de esta localidad), donde fue enterrado el domingo.
El jueves serán ahorcados los otros dos coacusados junto a Saddam: su medio hermano y ex jefe del servicio de inteligencia, Barzan al Tikriti, y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad al Bandar, dijo el miércoles a la AFP un funcionario de la oficina del primer ministro.
Desde hace varios días, los atentados y ataques en Irak han descendido notablemente con motivo del Aid al Adha, la fiesta musulmana del sacrificio que para los chiitas del país termina el miércoles por la noche.
No obstante, el jeque de la influyente tribu de los Beni Tamim fue secuestrado y asesinado, según uno de sus allegados, que acusó a milicianos chiitas del Ejército del Mahdi de haberle arrojado desde lo alto de un edificio en el barrio chiita de Shuala, al oeste de Bagdad.
