Arriba el cacao

Arriba el cacao

Según una resolución de la Alianza de Países Productores de Cacao (COPAL), que acogió una sugerencia de la delegación dominicana en la Asamblea General y Consejo de Ministros celebrados en Sao Tomé & Príncipe en el año 2002, el Día del Cacao debería ser celebrado por todos los países miembros el día 1ro. de octubre de cada año, fecha en que se inicia el año cacaotero conforme al Convenio Internacional del Cacao.  En cumplimiento de esa decisión, este año el mismo fue celebrado en el Club Campestre de la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA) en Arroyo Lebrón, Distrito Nacional.

Este año, el maestro de ceremonias fue el experimentado y locuaz Osvaldo Cepeda y Cepeda, quien además de excelente conductor, es también cacaotero con un predio en su lar natal de Barbero (Pimentel).  Los patrocinadores del encuentro, además de la SEA, Nazario Rizek, Comercial Roig, Cortés y Munné, se esmeraron en vistosos estantes y repartieron generosamente sus productos en la gran masa de productores, técnicos y funcionarios gubernamentales.  En verdad, no habíamos asistido a un acto tan bien organizado y en un ambiente tan acogedor por la vista a la verde campiña que rodea el antedicho club.

Hubo seis presentaciones de los diversos aspectos relacionados con el cacao, desde su siembra, cosecha, comercialización, mercadeo, transformación e industria y los aspectos internacionales, terminando con una excelente exposición del Secretario de Estado de Agricultura, ingeniero Salvador Jiménez Arango, quien destacó que el cacao aporta al Estado el 4.6% del Producto Interno Bruto Agrícola.  Además, que de los productos tradicionales de exportación era el más aventajado, contribuyendo este año con una exportación de alrededor de 60,000 toneladas métricas, generando divisas por alrededor de US$160 millones de dólares.

Sin embargo, no todo es color de rosa en el sub-sector cacaotero.  Conforme a la exposición del licenciado Idelfonso Medina, el campo se está quedando sin relevo, al señalar que la edad promedio de un cacaocultor es de alrededor de 62 años, etapa de la vida en que en otras actividades el ser humano es jubilado.  Expresó premonitoriamente, que en un lapso de diez años, el cultivador de cacao, si no se incentiva a la juventud, podría quedar sin quien lo siga cultivando.

En la tarde, en el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF), asistimos a la puesta en circulación de una Guía Técnica sobre El Cultivo de Cacao, escrita por el amigo Lépido Batista, un investigador de ese centro.  Para nosotros, debió denominarse Manual, ya que nos sorprendió enormemente el contenido de esta libro, que desde ya  vaticinamos que será un instrumento necesario para todo aquel que se dedique al cultivo del denominado theobroma cacao.  Esta  obra también contó con el mecenazgo de Rizek Cacao.

Con el entusiasmo demostrado por todos los asistentes a este acto, el cual contó también con el Secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, doctor Jaime David Fernández Mirabal, quien se comprometió con su colega de la SEA a sembrar todas las cuencas de los ríos para preservar el líquido más preciado de la humanidad: el agua, que de continuar el calentamiento del planeta, escaseará dentro de unos veinte años.  Entonces, el árbol del cacao en nuestro país cobrará mayor importancia que el petróleo, ya que el ser humano puede vivir sin él, pero sin agua muere al cabo de siete días.  Por eso: ¡Qué viva el cacao!

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