Arrumban las estatuas

<p data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2007/01/920E3CA3-A001-4084-859E-E965C30F5FCA.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=307><noscript><img
style=

POR LLENNIS JIMÉNEZ G.
Ignoradas y deterioradas en un parque de Villa Juana están las esculturas que exaltan y evocan a tres grandes dominicanos: Mauricio Báez, Leopoldo Navarro y Américo Lugo.

El sitial ganado por estos hombres parece haber quedado en el olvido dentro del parque ubicado en las avenidas San Martín, Leopoldo Navarro y John F. Kennedy, sometido a un proceso de rehabilitación que no avanza.

Están abandonadas y con partes destruidas las imágenes que enaltecen a Báez, por su destacado liderazgo en el movimiento obrero; a Navarro, considerado un sobresaliente artista de jugosa y transparente plasticidad.

En similares condiciones se aprecia la figura que loa a Lugo, historiador y literato, discípulo de Eugenio María de Hostos; recordado como guía de toda una generación de intelectuales, símbolo del escritor incorruptible, de espíritu nacionalista y de trascendencia en el  ensayo.

Estos hombres de ideas adelantadas y muchas veces revolucionarias, que dejaron sus aportes en sus distintas áreas, ensalzados por la historia, se recuerdan en tallados abandonados, en un pequeño parque sometido a un premioso proceso de acondicionamiento.

La zona de recreación, frente a la Hermandad de Pensionados, está siendo reconstruida, pero su pausado ritmo empieza a desesperar a los residentes de las barriadas cercanas.

Allí, los torsos de las efigies que rememoran a Báez, Navarro y Lugo, fueron desmontados de sus bases y colocados en el suelo, para facilitar la reconstrucción del parque que maneja el Ayuntamiento del Distrito Nacional.

El trabajo que se realiza en el área de esparcimiento estuvo mucho tiempo paralizada. Desde el pasado mes de septiembre, cuando las criticas eran frecuentes por el daño del parque, el cabildo avisó que reanudaría la obra, que este año ha sido retomada.

Pero la gente se ha cansado de esperar y hay quienes comienzan a dudar de la responsabilidad de los encargados de la reconstrucción.

Esta semana, mientras un grupo de hombres preparaba el pavimento del parque, en forma de abanico; otros trabajaban en el sistema del alumbrado y en el orificio para el diminuto cercado; un joven restauraba las esculturas.

El artista rallaba la pintura de la escultura de Navarro, una roca dura, color gris, para luego remozarla. La estatura de Báez tiene un brazo roto, le falta parte de una mano y un dedo, la base requiere ser reconstruida y su pintura desapareció.

Roberto Monegro tiene la tarea de restaurar la pintura de la imagen de Lugo, para corregirle los deterioros, repararle parte una oreja, los ojos, un dedo y colocarle el lápiz que tenía.

LA ESPERADA OBRA
Varios contratistas están a cargo de la remodelación del parque de la Leopoldo Navarro con San Martín, que incluirá el novedoso estilo «Las Canquiñas», mediante el cual se coloca madera de vistosos colores.

Una supervisora de la parte civil dijo que reconstruirán las bases de las esculturas y que tendrá hormigón estampado, bancos nuevos, sistema eléctrico y un estacionamiento.

Sin embargo, expresó que no tiene idea del tiempo en que habrá de concluir. Obreros dicen que las labores estuvieron lentas, pero que en lo que va de este año no han sido suspendidas y van mucho más rápido.

LAS QUEJAS
Comerciantes, transeúntes y habitantes de Villa Juana, no esconden el descontento que sienten al ver el parque en reconstrucción durante tanto tiempo. En los negocios de imprenta y de comida, de la Plaza San Martín, los más próximos al parque, sufrieron el lodo que se formaba con las lluvias. En este sitio se esparcen los habitantes del sector Miraflores.

«Esos trabajos son bultos y bultos. Hay ponen 800 millones de pesos y no terminan», opinó, Alexander Taveras, encargado de una imprenta.

Dijo que antes de la intervención de las autoridades del Ayuntamiento, decenas de personas envejecientes se recreaban en este parque, en bancos de cementos.

Sostuvo que los propietarios no hacen público su disgusto por temor a que el cabildo intente sacarlos de los locales. «Han arrancado esa obra como tres veces».

Jesús Méndez, residente en la calle Moca, de Villa Juana, sostuvo que anhelan el día en que el parque tenga un aspecto diferente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas