“Hace 15 años, Amaya Salazary yo inauguramos Arte Berri en la Calle Hostos 105. En esta casona del Siglo XVI en la Ciudad Colonial, durante estos 15 años, hemos tenido exposiciones con artistas de gran reconocimiento nacional e internacional, pero también les hemos dado apertura a artistas emergentes para exhibir sus obras.Porque esto es lo que es Arte Berri: un lugar de ensueños, donde se respeta el pasado y celebramos el presente con la ilusión de ser parte de un futuro donde la cultura tenga un rol primordial en nuestro país” … (Bingene Armenteros, 2020).

Once creadores dominicanos de diferentes generaciones, disciplinas y estilos, aportan varias obras de excelente calidad estética y altamente significativas a la importante exposición colectiva titulada “Celebración”, inaugurada la tarde del domingo 22 de noviembre del pasado 2020 por la galería Arte Berri para conmemorar el XV aniversario del inicio de su representativa, anfetamínica y edificante aventura empresarial en nuestro medio artístico y cultural. Los expositores son Amaya Salazar, Elsa Núñez, Thimo Pimentel, Said Musa, Enriquillo Amiama, José Pelletier, Juan Trinidad, Eladio Victoria, Guadalupe Casasnova, Anabelle Lucas y Franz Caba.

Tanto la calidad de la selección de artistas y obras como la misma efectividad del despliegue museográfico que rematan el polivalente, espléndido e impactante conjunto expositivo de “Celebración”, ponen de manifiesto los niveles de aplicación, apertura, apreciación, desvelo y puntería que durante los últimos tres lustros han caracterizado la competencia y el trabajo profesional de Bingene Armenteros desde su doble función como curadora y directora de Arte Berri.

Desde sus inicios como galerista, apoyada en cuerpo y alma por su tía Amaya Salazar, Bingene Salazar Armenteros ha venido apostando de manera sostenida, con pasión, lucidez y puntería admirables por una línea artística contemporánea, ecléctica y exigente en su multiplicidad de expresiones, técnicas y materiales, avalada además por la diversidad de medios, la factura rigurosa y la profundidad discursiva.

Se trata de criterios y elementos que devienen de rigor para todo galerista y/o promotor del arte contemporáneo que quiera ser respetable, puesto que la galería es el principal espacio físico al que acuden los críticos y los coleccionistas para disfrutar, analizar y adquirir el producto artístico.

Entonces, los artistas y su producción, requieren su socialización para su pleno desarrollo y por tal motivo delegan en el galerista no sólo su representación como productores de objetos lúdicos y signos de prestigio, sino también su responsabilidad como vanguardiasensibilizadora, crítica, reveladora y transformadora.

En este sentido, en Santo Domingo y a lo largo de estos últimos 15 años, Arte Berri no sólo ha operado como instancia mediadora de primer orden entre el artista y la sociedad, sino que igualmente se ha proyectado como un espacio innovador de identidad propia, acercando al público local a las obras de grandes exponentes del arte contemporáneo internacional al mismo tiempo que sigue apostando a la obra de artistas dominicanos consagrados, de media carrera y de jóvenes valores de las nuevas generaciones.

En este trayecto, Arte Berri ha demostrado de forma irrebatible que una galería de arte profesional puede combinar efectivamente su dinamismo programático con criterios justamente selectivos.

Y, con toda seguridad, puede afirmarse que esta combinación es lo que le ha permitido a Arte Berri el acceso a exigentes y prestigiosas ferias internacionales de arte contemporáneo, logrando mostrar con éxito rotundo las obras de los grandes referentes de la plástica nacional, junto a las de algunos emergentes destacados del arte dominicano contemporáneo.

Otra seña identitaria de Arte Berri es el espacio vital de la “conversación de arte”, mediante diálogos, tertulias, coloquio y encuentros educativos con y para artistas, especialistas, coleccionistas y amantes del arte.

Además, aquí se impone apuntar que a la entrega plena y persistente de Bingene Armenteros se deben las cuatro ediciones del Premio Diario Libre de Arte Contemporáneo que desde el 2015 tiene su sede cada año en los medievales y acogedores espacios de Arte Berri, constituyéndose en una de las iniciativas culturales más significativas que haya impulsado y sostenido el sector privado dominicano en los últimos años.