Arte Contemporáneo
Charo Oquet: incertidumbre y provocación

<STRONG>Arte Contemporáneo</STRONG> <BR>Charo Oquet: incertidumbre y provocación

Luego de casi cinco años operando desde el World Art Building, 2214 N. Miami Ave (25 mil pies cúbicos, tres pisos, nueve salas de exposiciones y una sala de proyecciones), desde el pasado 29 de noviembre, Edge Zones experimenta una especie de relanzamiento con la inauguración de una nueva sede en el 47 NE 25th St., Winwood Art District de Miami. Charo Oquet, fundadora y directora de Edge Zones, ha estado nuevamente en Santo Domingo y con ella hemos hablado sobre el cierre de un ciclo y sobre las expectativas de este nuevo proceso en otras condiciones. A través de esta importante plataforma cultural multidisciplinar, la destacada artista dominicana que reside en  la ciudad de Miami desde 1989, desarrolla programas  artísticos y educativos que están permitiendo a los creadores emergentes negociar nuevas posiciones en los circuitos artísticos internacionales.

-AL: ¿Cómo valoras los resultados y consecuencias de esta reubicación o relanzamiento?

-CO: El nuevo local es muy interesante porque me está permitiendo profundizar. El otro espacio era muy grande. Había que pensar más la programación. Había que dedicar más tiempo y recursos. Ahora me puedo dedicar a uno o dos artistas. En realidad no hemos despegado, aun estoy en los detalles. Estamos más concentrados en las publicaciones, en la página web y el News Letters. También estoy teniendo más tiempo y mayor libertad para crear. Queremos profundizar con esta revista y a través de este medio proyectar mejor a Edge Zones o Zones Space como espacio de ideas y plataforma artística que sigue asumiendo el riesgo.

-ALM: ¿Cómo defines tu experiencia más reciente con el proyecto “Arte de la incertidumbre”?

Considero que la experiencia fue interesante por el público y los visitantes que asistieron. Pienso que realizar este tipo te proyecto deja muchas cosas positivas. Esa experiencia la aprovechó mucha gente como el mexicano Reynaldo Thompson y otros  que fueron invitados por  Holly Block, directora del Bronx Museum, quien luego lo presentó en Nueva York. Pero lo importante es que permitió un diálogo, una interrelación más fluída entre los dominicanos, los artistas y los visitantes extranjeros. Ahora bien, la idea sería que luego haya una contrapartida, a nivel de algún aporte, por parte de las instituciones en Santo Domigo. Yo necesito mayor apoyo, pues concebir y llevar a cabo este tipo de proyecto implica incurrir en gastos. Somos una organización  pequeña.

-ALM:¿Que tipo de apoyo consideras necesario?

-CO: Me gustaría que me apoyen más con los hoteles y con mayores atenciones a los artistas y a las personalidades reconocidas; con la impresión y el envío  de las invitaciones a tiempo. La gente del arte y la cultura en Santo Domingo necesita aprovechar mejor el esfuerzo de Edge Zones a través de estos proyectos internacionales. Pero yo no veo un gran espíritu de colaboración, o más bien no veo ningún espíritu. Cuando yo consigo dos dollares y hago mi aporte, las instituciones de aquí tendrían que poner por lo menos uno. Yo estoy ahorrando cada centavo. Los mismos artistas deberíamos juntarnos y hacer proyectos en conjunto, pero entre los artistas dominicanos también veo demasiado ego y  una triste dispersión.

-ALM: Tanto en “Revaluando la Diáspora”(2006), “ReMapping”(2007) y “Arte de la Incertidumbre”(2008), los tres últimos proyectos internacionales  que has realizado en la República Dominicana, se advierte una presencia notable de artistas desarraigados o transterrados  y la insistencia reflexiva sobre el tema de las migraciones, ¿es una propuesta discursiva desde Edge Zones tal insistencia?

-CO: Yo creo que el inmigrante  es el modelo, es él quien mejor ha sabido crear desde la incertidumbre. Por ejemplo, este país -República Dominicana-tiene algo muy positivo y es que está poblado por gente que ha llegado de distintas parte del mundo, que se ha  tenido que ir a otros lugares y que ha retornado. El aporte de los haitianos, de los chinos y de los mismos jóvenes  dominicanos de la diáspora hacen de este un país muy dinámico. El inmigrante siempre aporta energía, es arriesgado y esto se aprecia mucho mejor en el caso de los artistas contemporáneos.

-ALM: ¿Y Miami sería una especie de laboratorio multicultural y artístico sumamente apropiado para la observación y debate en torno a las problemáticas de la migración y el desarraigo, no?

-CO: Sí, Miami es un sitio de inmigrantes. Muchos de sus habitantes son norteamericanos pero han llegado de otras partes del mundo. Miami es un modelo de lo que podría ser  un país nuevo, una comunidad en transformación. El diálogo, el intercambio, la conversación es una cosa mundial. Pero no hay que ser inmigrante para proponer o aceptar la necesidad del intercambio y el pensamiento sobre las problemáticas globales esenciales. Europa tiene también sus problemas. Ahora bien, si el mercado y las ferias se agotan en sus propios límites, pues entonces hay que subir la calidad de lo que se proyecta. Hay que elevar el nivel del discurso, del diálogo, de la conversación, de la crítica. Miami lo necesita, pues el mercado ha crecido, pero el pensamiento no esta a su altura y tenemos que ver como lo hacemos.

-ALM: parece que para ti el concepto de incertidumbre es provocación, idea de búsqueda o visión inminente de la sorpresa, ¿volverías a la “incertidumbre absoluta” de Santo Domingo con un nuevo proyecto?

-CO: Creo que sí. Estos dos años han sido de incertidumbre. La incertidumbre reina en el mundo actualmente. Todo el mundo tiene la idea de que algo va a pasar,  pero nadie sabe lo que va a pasar. Nadie sabe “lo que es”. Claro que el cambio es algo peligroso para una persona,  pero la incertidumbre hay que asumirla, hay que creer en ella, hay que quererla. Lo vamos a repetir porque pienso que vale la pena seguir en la incertidumbre. Realmente estamos haciendo preguntas y buscando respuestas.

-ALM: Recientemente has  organizado una exposición con escritores y artistas dominicanos emergentes en Zones Space, cómo llegaste a esta combinación?

-CO: Sí, ha sido un proyecto con artistas  del video, la multimedia y escritores emergentes dominicanos que, en su mayoría, están viviendo, creando y proyectando sus trabajos fuera del país. Lo titulamos “FRONTIN – New Dominican Art Attitudes”. Es como un enfrentamiento, un juego. Todo fue muy casual, el artista cubano Glexis Novoa me envió un mail preguntándome  si conocía a un tal Dino Bonao que escribe en su “blog” en Internet  y descubrí que se trataba de Juan Dicent, que vive en Nueva York y que me pareció genial. Yo conozco a Rita Indiana Hernández y ella conoce a Dino Bonao e invitó a Raina Mast. También invitamos a Rey Andujar, Maurice Sánchez y al grupo Shampoo. Me interesa muchísimo  lo que hacen estos jóvenes artistas a través de su obra. No le pedí currículum a ninguno, quería dar una idea de las nuevas actitudes en el arte dominicano, otra visión de lo contemporáneo.

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