Artistas dominicanos en presente”, así se llama la muestra de 15 artistas, actualmente expuesta en la Casa de América Latina de Mónaco, y la primera que se presenta en aquel país tan pequeño y bellísimo como acaudalado y mítico, donde espectáculos, ferias, convenciones y  torneos de alcance mundial.

¡Se suceden con un calendario increíblemente apretado! La densidad de museos, centros, galerías es también sorprendente, pero evidentemente, para ingresar allí, “la puerta es estrecha”: entran en juego medios, relaciones y niveles altos.

Esta presencia de nuestro arte pudo lograrse gracias a la acción y personalidad de Sonia Villanueva de Brouwer, organizadora y responsable principal del evento.

 Cónsul del Principado de Mónaco en la República Dominicana, ella está en contacto con las instituciones monegascas y, encabezando la rama cultural en beneficio de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, materializó sus intenciones de proyectar al talento dominicano internacionalmente. Había quedado muy agradecida de la participación de los artistas en la reciente colectiva de ArteClub, y dio el paso siguiente: esta colectiva en un lugar prestigioso que descubre así la riqueza creativa dominicana en las artes visuales. Parecería que perspectivas fructíferas se están perfilando, especialmente en fotografía: ¡todo evento positivo ha de tener futuro!

La Casa de América Latina de Mónaco. La “Maison de l’Amérique Latine”, en español Casa de América Latina, de Mónaco, fue creada por iniciativa de los consulados de los diferentes países latinoamericanos acreditados ante el Principado de Mónaco. Su sede está en la Residencia Europa, un sitio privilegiado de Montecarlo. La institución, dedicada a actividades culturales, artísticas y sociales, mantiene un objetivo fundamental: estrechar los vínculos entre el Principado de Mónaco y América Latina. Tanto su presidente, Michel Pastor, como el nuevo director ejecutivo, Jean-Pierre Fonteneau, piensan fortalecer los proyectos.

Para su trigésimo aniversario, en el 2013, la Casa de América Latina dedica un mes a cada nación del hemisferio, con actividades de arte y cultura acordadas con el invitado. El mes de abril correspondía a  República Dominicana, y así fue como, en el salón principal y espacio de arte de la “maison”, por iniciativa entusiasta de la cónsul del Principado en Santo Domingo, se ha celebrado la exposición.

También cabe señalar la receptividad de la cónsul de la República Dominicana en Mónaco, la cooperación efectiva de la Embajada Dominicana en Francia, del Ministerio de Turismo y otros organismos estatales, y de varios patrocinadores privados: la exposición de arte se ha aprovechado para promocionar el país en distintos renglones y productos propios de  República Dominicana.

“Artistas dominicanos en presente”. El ofrecimiento de la Casa de América Latina monegasca fue una oportunidad para presentar la creación plástica nacional y en particular una representación de las expresiones contemporáneas, de ahí el título de la exposición –en francés, “Artistes dominicains au present”–.

El catálogo, siempre un elemento fundamental, lógicamente bilingüe, quedará como testimonio ilustrado de este hecho cultural. El montaje de la exposición fue una contribución de dos de los expositores, residentes en París: Inés Tolentino y José García Cordero. La exposición colectiva ha causado una grata sorpresa: a veces, en Europa, nuestro arte sigue siendo “el secreto mejor guardado del Caribe”.

Las piezas expuestas son de tamaño pequeño o mediano, y por las características del salón, escogieron mayormente pinturas y esculturas -privilegiando materiales distintos-.

El conjunto destacó a la vez coherencia y diversidad, dentro de un constante e ineludible compromiso con la actualidad: ese fenómeno de recreación y reactivación continuas identifica la creación contemporánea nuestra, pero manteniendo cánones de belleza –sí– y de ejecución.

Nos percatamos de que los motivos cambian entre un artista y otro, ¡no cabía aquí la repetición! Sin embargo, la motivación central suele ser la misma: una actitud conceptual y un llamado a reflexionar acerca de los problemas, tanto locales como globales, del hombre y de la sociedad.

De modo espontáneo, las obras expuestas se trasladan de la realidad observada a la imaginación y a la fantasía, convirtiendo sus visiones en una estética sólida de la pintura, del dibujo y de la escultura.

El público no pareció tener dificultad en leerlas, como tantas veces sucede con el arte contemporáneo: complacía notar la atención individualizada que ponían ante cada obra, y en esto el montaje jugó un papel positivo. Es evidente que para aprehender a ese núcleo de artistas diferentes, la mirada no puede ser ni global ni  rápida, observación que ya externamos para un concurso reciente.

Hay obviamente en la selección, tres componentes: el artista como persona y su temperamento, las categorías plásticas que lo definen –y a menudo son más de una–, la cuidadosa elaboración y terminación de cada propuesta.

Intervinieron en la apreciación por parte de los visitantes, la calidad del oficio, los detalles reveladores, cada uno de los signos y figuras expresados,  gracias a los cuales “Artistas dominicanos en el presente” adquiere un sentido profundo, a pesar de que sea una exposición de tamaño modesto. Nunca, como bien se ha ponderado, había ocurrido un intercambio –de ninguna clase– con Mónaco: esta exposición y el programa de actividades que se van sucediendo, marcan, así lo esperamos, tiempos nuevos.

ZOOM
Expositores y participaciones respectivas:

Joanny Bonnelly (escultura), José García Cordero (pintura),  Hulda Guzmán (pintura), Radhamés Mejía (pintura, esculto-pintura). Citlally Miranda (pintura, dibujo), Raquel Paiewonsky (pintura), Iris Pérez (pintura), Jorge Pineda (escultura, dibujo), Jenny Polanco (joyas), Belkis Ramírez (escultura), Miguelina Rivera (escultura-instalación), Inés Tolentino (dibujo, pintura), Fernando Ureña (pintura), Fernando Varela (pintura).