Arte Contemporáneo 
En Alinka

Cábalas de 7

<STRONG>Arte Contemporáneo  <BR>En Alinka</STRONG><BR>Cábalas de 7

Desde mediados de octubre del 2008 se perciben un nuevo “aire” y una actitud de “reafirmación” en la galería Alinka Arte Contemporáneo. Precisamente, “Sin límite”, fue el título de la exposición de Elsa Núñez y Rosa  Tavárez, dos grandes representantes de la pintura dominicana contemporánea, inaugurada el viernes 13 de octubre con la presencia de un público numeroso y notablemente entusiasmado por tan precisa combinación. La muestra fue recibida como un regalo anticipado de navidad. Buena nueva  esperanzadora, en medio del “tsunami” postelectoral dominicano y frente a los efectos terroríficos y virtuales que nos depara la “crisis financiera internacional”.

Cerrando el 2008 y abriendo el 2009, Alinka  ha presentado “Cábalas de 7”, exposición colectiva con pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones de siete artistas dominicanos de la llamada Generación del 80. Entre las obras de mayor efectividad poética y conceptual, destacaban los excelentes dibujos en técnica mixta sobre papel  de Inés Tolentino (París) y Elvis Avilés, así como los reciclados y reactivos ensamblajes en diversos materiales -madera, metal, textiles, goma, cuero y objetos encontrados- de Miguel Ramírez (Santo Domingo).

Miguel Ramírez es un artista polifacético de formación multidisciplinar: actor, pintor, dibujante, ceramista, instalador, fotógrafo, videocreador y performer.  Realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes y es egresado  de  la Escuela de Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha realizado numerosas exposiciones individuales en Santo Domingo, Cuba, México, Nueva York, Holanda y Bélgica. Ha sido premiado en cuatro ocasiones en la Bienal Nacional de Artes Visuales y ha obtenido tres residencias de creación en Holanda, México y España.

Actualmente, Miguel Ramírez  trabaja como docente en la Escuela Nacional de Arte Dramático. A nivel estético y conceptual su obra registra un sorprendente proceso de madurez que le ha permitido dialogar en equilibrio con las de otros artistas nacionales  de generaciones precedentes, así como su inclusión en importantes eventos y exposiciones a nivel internacional.

Hilario Olivo (Santo Domingo), Víctor Ulloa (París), Diógenes Abreu (Nueva York) y Radhamés Mejía (París), son artistas que a lo largo de más de tres décadas logran desarrollar producciones y trayectorias que le han merecido importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional. En sus pinturas en acrílica sobre papel, tituladas “Chapita´s dream”, Cosas de niños” y “Cuerpo en reposo” (2008),  Diógenes Abreu persiste en su intento de materializar una visualidad “saturada” de ciertas alegorías criticas y “catastróficas”. Diógenes Abreu es, además de artista visual, escritor e investigador sobre asuntos históricos, identitarios,  políticos y socioculturales. Sus ensayos, textos poéticos y “fictivos”, enfocan especialmente distintas problemáticas relacionadas con la migración dominicana y caribeña hacia la ciudad de Nueva York.

Abreu nació en Miches, en 1959. Cursó sus estudios primarios y secundarios en Santo Domingo. Reside en   la ciudad de Nueva York desde 1983. Es un trabajador cultural que por varios años ha centrado su producción artística en lo literario, pictórico y fotográfico. Estudió artes plásticas en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Santo Domingo y en la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY) e hizo una maestría en artes plásticas en City College (CUNY), New York. Tiene publicados dos libros de poesía: “Poemas para los vivos” (1983” y “Para mujeres sin maquillaje” (1985). Algunos de sus cuentos y poemas han sido publicados en inglés, japonés y en español en varias recopilaciones. Su obra ha sido exhibida en galerías y museos nacionales e internaciones, tales como el Museo de Arte Moderno, The New Museum for Contemporary Art, Soho, Nueva York y en el Metropolitan Museum de Tokio, Japón.

Inés Tolentino y Elvis Avilés son dos de los máximos representantes del arte dominicano contemporáneo. Por la calidad de su factura y por el grado especializado de elaboración conceptual de sus respectivos universos simbólicos, han sido premiados en distintas ocasiones en diversos concursos y bienales nacionales e internacionales. Por su parte, Hilario Olivo, Radhames Mejía y Víctor Ulloa no logran agregar nada nuevo desde sus respectivas propuestas pictóricas neoexpresionistas en “Cábalas de 7”, aun transmutando y reteniendo los vestigios estéticos e ideológicos de las viejas vanguardias  europeas y latinoamericanas del siglo XX.

En su serie de cuatro pinturas en técnica mixta sobre tela, tituladas “Variaciones sobre ella, la Única, la que nunca falta a la cita  y a la que no le importan los méritos ni los bienes acumulados”(2008), Hilario Olivo aborda críticamente el terror y el miedo globalizados que tocan al mundo contemporáneo, “facilitándonos” una remisión directa a las culturas de la muerte, la violencia y a los rituales cotidianos autodestructivos de nuestra “civilización” mediante la recurrencia al signo de la calavera al estilo de Jean Michel Basquiat y los graffiteros newyorkinos de los 70.

Pero, el uso  frontal y repetitivo de este signo terrible en unos espacios pictóricos cuyos formatos y superficies sólo pueden “funcionar” en el orden de su efectividad decorativa se torna en una especie de “abuso” frente al proceso esplendoroso que registra su producción reciente, así como en un recurso que bordea lo panfletario, que en su caso, si no es una apuesta desfasada, por lo menos hay que registrarlo como un gesto desprevenido. 

Los expositores de “Cabalas de 7” abordaron cuestiones como la memoria, la realidad, los signos culturales identitarios,  el absurdo y las contradicciones sociopolíticas del Caribe. En opinión conjunta, los expositores expresan que “Cábalas de 7” revela lo existencial de nuestra presencia como sujetos sociales dentro de un entorno universal: calentamiento global, crisis petro-financiera, crisis alimentaria, violencia social y fragmentación del Estado como estructura de poder. La obra es un espejo: frente a ella están tanto el artista que la produjo como el espectador que la justifica cual valor que lo permea íntimamente. Entre uno y otro, la distancia es la acumulación de mundos vividos y asimilados más allá del minimalismo biológico de los cuerpos”.

En síntesis

Lo que es

Cabala de 7 es una exposición colectiva con pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones de siete artistas dominicanos de la llamada Generación del 80. Entre las obras se destacan excelentes dibujos en técnica mixta sobre papel así como los reciclados y reactivos ensamblajes en diversos materiales de Miguel Ramírez.

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