Arte contemporáneo

Arte contemporáneo

Julián Amado  ha presentado su primera exposición individual, titulada “Claves de ser”,  en  la Sala de Arte Ramón Oviedo la Secretaría de Estado de Cultura.  La misma se mantuvo  abierta desde mediados de julio hasta principios de septiembre, constituyéndose en la muestra más importante entre las presentadas en el espacio expositivo de la SEC durante la primera y lo que va de esta segunda mitad el 2008.

La exhibición  estuvo conformada por 26 obras, ejecutadas en técnica mixta sobre papel, siguiendo un riguroso procedimiento técnico que el mismo ha denominado “Cancelografía” y el cual consiste en la supresión de las zonas tonales mediante el hábil  manejo de luces y sombras y la aplicación de determinados solventes, atendiendo a los efectos experimentales espontáneos,  así como a la riqueza y efectividad visual perseguidas concientemente. Precisamente, Una selección de esta muestra se puede ver desde el pasado jueves 11 de septiembre en la Sala de Exposiciones de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD.

En la mayoría de las obras de “Claves de ser”, especialmente  en una serie de trabajos visualmente impactantes y metafóricamente demoledores, tales como los titulados “Adán”, “El inculpado”, Las amigas” , “En el teatro de las conjeturas” y “Pájaros de mal agüero”, Julián Amado se vale de su pleno dominio de los fundamentos del hecho plástico, así como de su amplio conocimiento de las técnicas artísticas tradicionales y contemporáneas, sin olvidar sus  exploraciones estilísticas y  sus brillantes precisiones conceptuales,  en la materialización de una serie de aciertos estéticos excepcionales y la apertura de un universo simbólico muy personal, definitivamente inquietante y significativo.

Considero a Julián Amado como un artista verdaderamente exitoso, no sólo por sus  premios o reconocimientos merecidos en las áreas de las artes visuales, la publicidad y la educación artística en nuestro país; por el virtuosismo  y sugestividad de  una obra de  delicioso aire hiperrealista,  sino porque en su actitud y practica creativas se registra la consumación o, más bien, la renovación del mito inextinguible: vida y obra del artista brillando íntimamente. Mito personal;  historia de una ética que podría ser tan auténticamente críptica o discreta como románticamente incorruptible.  Acción, trayecto y efectividad poética; paisaje ontológico. Instante  expansivo  de las luces y las sombras, del asombro, de la mirada absorta ante los abrasadores destellos de la imaginación.

Su maestría técnica, su vuelo conceptual y la misma vitalidad de sus estremecedoras reacciones plasticas y visuales, devienen como resultado de una práctica consagratoria  a la formación humanística,  a la experimentación artística y a la búsqueda de un lenguaje propio a través del cual penetra las maravillas y las mas terribles escisiones de la sociedad, de la “civilización” y de la consciencia contemporáneas. Hipocresía, doble moral, terror, amor, odio, dolor, soberbia, corrupción, banalidad,  autoritarismo, manipulación, son cuestiones abordadas  a través de una  poética que enfatiza en el poder expresivo de la imagen, en la majestuosidad del detalle y sobre las cuales el artista nos hace reflexionar profundamente.

En su ensayo titulado “El taller de las sombras de Julián Amado”, Vladimir Velásquez sostiene lúcidamente que: “Estos extraordinarios y, a su vez, alucinantes cuadros gestados por el talento creativo de Julián Amado, de una factura totalmente novedosa y magistral “Cancelografía”, un proceso técnico descubierto por él, los cuales no sabríamos si clasificar como dibujos pictóricos o pinturas tratadas con procedimientos gráficos, ya que el artista supo amalgamar sabiamente estos dos lenguajes plásticos logrando borrar la frontera entre uno y otro, revelan además en el proceso técnico todo un nuevo código expresivo, con esas extraordinarias manchas y accidentes atmosféricos que semejaran las emanaciones ilimitadas de un inquieto ectoplasma, el cual no sólo envuelve y participa con las figuras esbozadas, sino que se convierte también en entidad protagonista dentro del plano pictórico, como los inefables y cambiantes materiales que pueblan los sueños o las más abracadabrantes pesadillas del hombre”.

Por su parte, el  artista Gabino Rosario,  Director de la Sala de Arte Ramón Oviedo, sostiene en su ensayo titulado “El esplendor a través de la sombra” que: “En lo que concierne a Julián Amado es justo plantear que ese tránsito no se ha dado vertiginosamente, pues desde sus años de estudiante (en los 80’s) mostraba un dominio “precoz” tanto en las técnicas gráficas como de las técnicas pictóricas, a las cuales dedicaba entusiasmo y tiempo.

Aún y cuando su participación en estos eventos y en importantes exposiciones colectivas le han asegurado lauros y elogios de la crítica y el público, Julián se mantiene prudente y cauto en cuanto difundir sus logros y/o asumir proyectos de exposiciones personales. Sin embargo, ha mantenido un consistente nivel de producción por más de diez años, tanto en la pintura como en el dibujo, habiendo incursionado incluso en el grabado”.

Julián Amado Nace en Santo Domingo, República Dominicana en 1964. Es egresado Cum Laude con una Licenciatura en Artes Publicitarias y Especialidad en Educación Superior de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde ejerce como profesor en la Facultad de Artes desde 1990.Ha participado en numerosas exposiciones colectivas , incluyendo los mas importantes concursos y bienales nacionales.

Primer premio de dibujo, XXII Bienal Nacional de Artes Visuales,  2003. Entre las mas importantes distinciones obtenidas por su obra dibujistica destacan: Mención de honor en dibujo XXII Bienal Nacional de Artes Visuales, 2005. Primer premio de pintura, Concurso “Salón de Libertadores y Próceres Latinoamericanos”, Embajada de Venezuela en la República Dominicana, 2008.

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