Arte Contemporáneo
Geo Ripley  en N.Y.

<STRONG>Arte Contemporáneo<BR></STRONG>Geo Ripley  en N.Y.

Geo Ripley expone en Nueva York
Bueno, yo vi un cuadro de Geo Ripley.
Espera, ahora esto es un espejo, quiero decir el espejo que está atrás, al otro lado de la pintura.

Puedes verlo si no lo cavilas. 

Ese espejo tiene tres lados.

George N. Preston, New York, 10/2008.

Desde el 28 de octubre hasta finales de noviembre, el Museo de Arte y Orígenes, localizado en el 430 West 162 St, Sugar Hill, Harlem, Nueva York, estuvo  presentando la impactante exposición “Embryo Series”, compuesta por una apretada selección de la obra reciente del reconocido artista e investigador dominicano Geo Ripley, quien estuvo presente en el acto de apertura y fue presentado por George N. Preston, PhD en Historia del Arte Africano y Director de la prestigiosa institución museística neuyorkina. A través de sus principales objetivos y programas, el Museo de Arte y Orígenes, se enfoca en el estudio y difusión del arte contemporáneo y de  las manifestaciones culturales de los pueblos originarios de América, África, Asia, Oceanía, el Caribe y otras regiones del planeta.

El curador -y principal responsable- de esta muestra del polifacético artista dominicano en un centro cultural norteamericano de considerable resonancia para la valoración de las expresiones artísticas primordiales y contemporáneas que persisten en la preservación  y transmisión íntegra del mensaje espiritual de sus creadores y sus ancestros, tal como lo es el Museo de Arte y Orígenes,  ha sido Reynold C. Kerr, director de Kerr Museum Productions, institución también localizada en la ciudad de Nueva York y gracias a cuya colaboración el Museo del Hombre Dominicano presentó el pasado año la magnífica exposición “MADRE AFRICA-la maternidad en la escultura tradicional africana”, la cual fue nominada por la sección dominicana de AICA para el Premio Especial de la Crítica 2007.

Especialista, admirador, crítico y coleccionista apasionado del arte africano tradicional, del arte moderno occidental y del arte latinoamericano contemporáneo, Reynold Kerr es amigo fraterno y compañero de travesías existenciales de Geo Ripley. Por vías paralelas y otros tantos entrecruces místicos y epistémicos, el experimentado museólogo y el artista vidente, comparten de manera comprometida y entusiasta una intensa búsqueda multidisciplinaria tras el misterium de “los orígenes” y las claves para la  preservación de los signos culturales identitarios africanos, americanos y afrocaribeños a través de los desiertos “invisibles”  de la memoria y los oasis inagotables de la imaginación y la espiritualidad.

“La obra más reciente de Geo Ripley, expuesta en el Museo de Arte y Orígenes del Alto Manhattan, tiene que ser vista para ser creída. Ripley ha agregado profundidad, balance y sabiduría al enigma de su pincel. Un aura de magia cubre los nuevos trabajos de Geo.

Ahora, con estructuras musicales las reviste con el alma de los shakuhashis de Asia, los chelos de Europa y los tambores del Caribe que ya en sí, llevan el alma de África”.

Esta lúcida apreciación crítica nos confirma que Reynold Kerr se mantiene muy atento a las variaciones del proceso creador de Geo Ripley y a las depuraciones técnicas, estéticas y simbólicas que nuestro artista obtiene en sus más acabados ejercicios creativos. De ahí que es muy probable que la decisión de realizar esta muestra en los Estados Unidos haya surgido a raíz de su presencia en Santo Domingo con motivo de la  retrospectiva  que Geo presentara en el Museo de Arte Moderno a finales del 2006 y principios del 2007. En esta atención especial se advierte un gran respeto, no sólo a la obra  del amigo admirado, sino-y por extensión- a la vitalidad de toda la producción artística contemporánea dominicana, de la cual Geo es exponente máximo, así como emblemático exportador desde hace más de tres décadas.

Entonces, aquí tengo que persistir sobre mi muy particular percepción de que Geo es el más místico entre nuestros imagineros contemporáneos porque su primer compromiso  es con la verdad, la belleza y la libertad. Y no con su ego. Porque es el más “inocente”, el de la sonrisa más amplia y  transparente. El buscador que encuentra en su mayor minimalismo lo absoluto. El más familiar, el más lúdico, el más solidario.  Porque su consagración a la práctica de la imaginación a través de la praxis espiritual es ejemplo de esperanza e inspiración. Porque él es testigo y portador de las utopías realizables de la humanidad. Porque su entrega trascendental  es cortesía del amor a sus pueblos del Caribe, Africa y América Latina.

En la obra pictórica de Ripley, gesto, materia y azar, juegan un papel determinante. Esta pintura se caracteriza por su lucidez conceptual, por su economía poética y por su  incontrastable actualidad. Su efectiva asimilación de las experiencias de las vanguardias históricas europeas  y norteamericanas se manifiesta en el aspecto expansivo de su producción bidimensional y en los numerosos performances que ha presentado con éxito rotundo en distintos museos, galerías y espacios culturales de ciudades como Roma, Sao Paulo, Madrid,  París, Nueva York, Caracas, Bogotá, Medellín (Colombia),  Parsi (Jordania), Londres,  Buenos Aires, Barcelona, La Habana, San Juán y Santo Domingo.

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