Hoy 
AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Desde el pasado 15 de Octubre del 2007 la reconocida artista domínico-curazoleña Jean Girigori (1848) se encuentra recluida en el Hospital Universitario de Caracas, Venezuela, por motivo de una serie de graves problemas de salud cuya complicación ha obligado a los doctores a tener que amputarle su pierna izquierda. Esto último ocurrió hacia mediados de diciembre y la terrible noticia la recibimos meses más tarde a través de una comunicación que nos enviara el señor Karlo Liscano, su representante internacional.
Estoy plenamente de acuerdo con Karlo Liscano, quien considera a Jean Girigori como un ejemplo de vida y fe, ya que cualquier ser humano puede sucumbir ante tales designios. El simple hecho de permanecer en una habitación, con un pasillo frío como frontera más lejana, postrada a una cama incómoda, dependiente a personas que le ayuden a realizar tareas simples que antes era capaz de realizar por sí misma, es más que suficiente para que cualquier persona pierda la cordura. Desde finales de marzo, Jean Girigori soporta fuertes e intensos tratamientos médicos, lavados quirúrgicos y ambulatorios; terapias; fisioterapias de recuperación y terapias psicoemocionales. Sin embargo, la buena noticia es su respuesta positiva al proceso de su franca recuperación.
Luego, la artista piensa venir es restablecerse en su casa-taller de Jarabacoa, en la Republica Dominicana. Eso ameritará el acondicionamiento de su hábitat para facilitar su desplazamiento en sillas de ruedas, muletas o prótesis por todos sus espacios usuales. Por esta razón, además de un largo internamiento hospitalario -más de ocho meses- que ha generado un gasto enorme, debido a los tratamientos médicos y demás: pago de asistentes profesionales, alquileres de vivienda y comida en Caracas y otros por menores.
En Santo Domingo, un grupo de amigos y admiradores de la única creadora del Arco Mágico realizan gestiones para viajar próximamente a Caracas y organizar una serie de actividades artísticas solidarias. En ese sentido, desde este espacio de AREÍTO nos unimos a esta loable iniciativa y extendemos un llamado con carácter de urgencia a las altas autoridades culturales de las Antillas Holandesas, Holanda, Curazao, República Dominicana y la Asociación de Estados del Caribe, para que acudan sin la menor demora a brindar la protección necesaria y merecida a nuestra Jean Girigori, considerada justamente como una de las artistas fundamentales en el Caribe contemporáneo. Para disponer su ayuda pueden escribir a: jeangirigori@hotmail.com o llamar a los teléfonos: 0058-416-656-5827(Venezuela)/ 599-9-767-6912(Curazao)/809-574-6480/ 809-454-6931(Rep. Dominicana).
En el marco de la celebración de sus 25 años de trayectoria artística: International Trade Center, Willemstad, Curazao (31-08-1993), Jean Girigori hizo especial dedicatoria de su retrospectiva al pueblo de Curazao y a sus más estimados maestros en el arte: el célebre pintor haitiano George Paul Héctor y la curazoleña Lucila Engels. Para ellos pidió memoria y solemnidad. De inmediato agregó: También quiero recordar a Jean Karpata y a Tula, por sembrar la llama de la libertad en la isla de Curazao…
Mi arte es para la solidaridad, para el amor y la justicia. Mi arte siempre estará en contra de la desigualdad y en favor de la espiritualidad. No tengo ningún tipo de admiración por los sistemas políticos contemporáneos, pues hasta ahora todas sus propuestas han sido estériles. Actualmente la economía es un retroceso; el arte y la educación se degradan y las políticas culturales son confundidas por los burócratas infuncionales. Los políticos modernos se ponen viejos y corruptos antes de terminar su trabajo. Ellos no quieren el talento de la juventud, no quieren el relevo, son practicantes de la hipertrofia social.
La acción social directa se establece como una de las expresiones más respetables a lo largo de la trayectoria artística de Jean Girigori. Desde este lúcido re-accionar entre el deslumbrante espejismo arquitectónico de la opulencia posmetropolitana y las mismas entrañas de la forma de vida urbanoagraria que soportan las comunidades marginales, Girigori nos regala su ejemplo y nos devuelve los espléndidos resultados de su profundo compromiso con su pueblo, con sus raíces y con su tiempo.
De ahí su práctica liberadora y subversiva que primero hace añicos el relato metafísico del conceptualismo y luego prospera desarrollando actividades, eventos y acciones puntuales en las áreas de la cultura, el turismo, la educación artística, la salud física y mental, los derechos humanos, la protección de la niñez, los recursos naturales del planeta y los bienes culturales patrimoniales de los pueblos del Caribe.
Al decir del viejo Horacio El arte es largo, la vida breve. Entonces, la cuestión sería ¿arte y vida o vida y obra?. Para Rimbaud: La vida antes que el arte. En el caso específico de Jean Girigori, yo digo: vida y obra floreciendo.
