En la reciente edición 53 de la Bienal de Venecia, el famoso artista italiano Michelangelo Pistoletto (1933), presentó su propuesta titulada Seventeen Less One, instalación/performance en la que utiliza 17 grandes espejos dispuestos en círculos: símbolos que exceden todo lo terrenal humano.
Tanto desde los centros como desde las márgenes del art world, se dice y se escribe hoy que todo pequeño o gran evento que se precie debe contar siempre con una performance. La Performance es un acontecimiento purificador que muchas veces admite y desafía los medios del silencio absoluto, de la publicidad y del espectáculo. Una acción artística o antiartistica reactiva en la que el artista se vale del cuerpo como materia prima. Como campo de acción, introspección, manipulación, intervención, transmutación y provocación.
Desde Europa y Norteamérica, reconocidos artistas, críticos, curadores e historiadores del arte contemporáneo, proclaman la primacía de la performance. Otros, desde España y Latinoamérica, persisten sobre la profundización del debate en torno a los límites, autenticidad y vigencia de la performance como nueva disciplina artística. Como práctica creativa cuyos signos distintivos han de ser la reflexión y ruptura radical respecto a las ideas, medios y fundamentos estéticos de la modernidad.
Desde los magos de Altamira que pintaron las cavernas hace más de 40. 000 años, pasando por Dada, Accionismo Vienés, Fluxus, Land Art, Mec Art y Néo-Géos o Simulacionistas de las décadas de los 60,70 y 80 del siglo XX, hasta los grandes transformadores del espacio urbano de la posmodernidad-casi igual que el mismo Dios frente a las irreverencias del Mefísto-los artistas verdaderos accionan siempre bajo el influjo absoluto de incitación y repuesta. En este sentido, y antes que nada, la autenticidad creativa supone la búsqueda de unos niveles máximos de libertad expresiva, una aventura perpétua en la exploración de las profundidades de la consciencia y una actitud vital en favor de la diversidad cultural, la poesía y las utopías espirituales.
Como se recordará, pioneros míticos del arte-acción como Günter Brus(1938), Otto Muehl(1925)-condenado en 1991 a siete años de cárcel por incitación de menores al libertinaje-, Hermann Nitsch(1938) y Rudolf E. Schwarzkogler(1940-1969), recurrieron a gestuales y parafernalias escenográficas que estremecieron los cimientos culturales y artísticos de los 60, abordando asuntos ante los cuales sólo el cuerpo se le revelaba como médium optimo para la puesta en abismo de las contradicciones morales, represiones psicológicas, tabúes sexuales y miedos ancestrales de la sociedad burguesa europea de su época.
Es decir, que desde su protohistoria y posteriores manifestaciones academicistas, la práctica performática se distingue por su radicalidad crítica y especulativa. Así, encontramos hoy una serie de performers cuyas acciones se tornan en verdaderos ejercicios especulares plenos de implicaciones y revelaciones sobre cuestiones puntuales que afectan de manera dramática a la humanidad contemporánea. Política, cultura, economía, religión, trasmigraciones, guerra contra el terrorismo, sexualidad, biotecnología, individualidad, libertad, éticas y antiestéticas, constituyen problemáticas y territorios sígnicos sobre los que se aventuran los más comprometidos y auténticos performers de la actualidad.
En un escenario traspasado por las éticas y las estéticas de lo políticamente correcto, mucho más que el teatro, la poesía, el cine y la música popular, la Performance mantiene la primacía entre las prácticas artísticas implicantes y, en ocasiones, hasta se torna en verdadera molestia para el pensamiento retrogrado, el autoritarismo político, los sectarismos teológicos y las burocracias culturales improductivas.
Desde el Caribe, también se reconocen los nuevos estímulos que reciben las nuevas prácticas artísticas en eventos como arteaméricas, la más importante feria internacional enfocada en el arte moderno y contemporáneo de America Latina y el Caribe. Cada año el evento se despliega en el Hall A del Miami Beach Convention Center, transformándose en una plataforma privilegiada para artistas, galeristas, coleccionistas, curadores, especialistas y espectadores de todo el mundo que se dan cita en la ardiente y deslumbrante capital del arte latinoamericano.
Las imágenes que ilustran esta entrega registran la performance American Flag Bhurka, de la destacada y provocadora artista norteamericana Belaxis Buil, presentada la noche de apertura de la séptima edición de arteamericas (27/03/2009). Durante la acción, la artista se cubre con la Bhurka, el vestido de las mujeres talibanas, de Afganistán y otros países musulmanes fundamentalistas. Los colores aluden a los de la bandera de los Estados Unidos y ella lleva en sus brazos una fictiva e inmaculada ametralladora A.K. 47.
La artista procede a una especie de introducción catártica en una jaula de pájaro. Las reducidas dimensiones del objeto, su formidable anatomía (Belaxis es bailarina virtuosa y coreógrafa excepcional), más la confrontación directa con los espectadores, dificultan tramposamente su entrar y salir. Luego, fuera de su propia trampa, ella se desviste completamente y desaparece ante el choc total de los espectadores. El resultado es un acontecimiento efectivamente liberador, no sólo de la propia artista, en cuanto a sus pre-juicios e íntimas pulsiones existenciales, sino también del espectador, respecto a su capacidad de apertura ante las provocaciones del arte contemporáneo y ante la incisiva disposición dialógica de una acción tan irreverente e inolvidable como American Flag Bhurka.
Esta performance fue parte de TRENDS, espacio curado por Milagros Bello para arteamericas que en el 2009 incluyó quince artistas que yuxtaponen múltiples discursos e intercruzan visiones ideológicas en sus trabajos para cristalizar sus ideas y posiciones individuales sobre problemáticas globales quereclaman atención de manera urgente y profunda.
Estos artistas fueron Belaxis Buil, Aisen Chacin, Alvaro García-Ordóñez, Bárbara Barreiro, Carlos Tirado, Ena Marrero, Evelyn Valdirio, Grimanesa Amorós, Liliam Domínguez, Mariano Costa Peuser, Néstor Arenas, Pablo Contrisciani, Pacaso Frank Chinea, Patricia Gil, Rosario Bond, Rubén Ubiera y Sergio García.
Una nueva sección de Nuevos Medios incluye a Andrés Michelena, Flavio Cury, Gabriela Morawetz, Marco Montiel Soto, Matilde Marin y Richard Garet.