El próximo martes 15 de julio, a partir de las 8:00 PM, el Museo de las Casas Reales dejará abierta la exhibición  titulada “Memorias al margen”, del reconocido artista dominicano Miguel Pineda (1962), quien en esta ocasión logra materializar unas construcciones pictóricas visualmente deliciosas y  sugestivas.

Miguel Pineda es un auténtico outsider  en el panorama del arte dominicano contemporáneo. Miembro distinguido del grupo de los  “cimarrones”:  escapados de las limitaciones de nuestro medio cultural y fugitivos del anacrónico seudo academicismo que primaba aún en el medio artístico dominicano de finales de la década de los 70s del siglo XX, tal como se puede advertir siguiendo su obra de las últimas dos décadas, el espacio social, la memoria íntima y la insistencia sobre los dominios del signo ancestral, la exploración de las texturas de la materia y la informalidad discursiva, se establecen como claves significativas en su opción vital y en su poética operativa.

En estas abstracciones impresionistas persiste la importancia que nuestro artista confiere al médium, a la materia trabajada de tal manera que la obra resulta en la concretización de un universo simbólico desde cuya sensible superficie estallan  la luz, el sentido de la tierra y la celebración de la  memoria.  Pintura de  excitante policromía. Insinuaciones y espejismos de una frágil arquitectura de la marginalidad.

Fachada crítica de la nostalgia citadina
Emoción, sentimiento, instinto y realidad interior. Aquí  se comprueba que para Miguel Pineda la pintura es mucho más que una actividad artesanal, constituyendo una fábula intemporal, una pasión totalizante, una vía mística, un tamiz purificador de su conciencia, su sensibilidad y su percepción  del mundo.

Asimismo, en el cuerpo de obras de “Memorias al margen”, confrontamos un nuevo instante en el proceso de depuración formal que registra la obra pictórica de Miguel Pineda durante los últimos diez años. En esta serie, Pineda obtiene un grado definitivamente sorprendente de libertad expresiva. Esta es una pintura que proclama la celebración de la naturaleza, la esperanza de su pueblo, lo visible, lo invisible, el caudal de utopías cifrado en el ardiente escenario de la cotidianidad.  La celebración incluye el potencial imagético que el artista logra objetivar a partir de sus  íntimas reflexiones desde las márgenes del río tutelar de la Ciudad Primada.

Mediante una lúcida combinación  de los juegos texturales, el proceso de las múltiples veladuras, su signografía mixtificada,  su gestualidad instintiva  y las sutiles modulaciones de la policromía, Pineda vuela, se divierte, se acerca y se aleja de la transfiguración, deslizándose  con mayor grado de convicción hacia  los territorios especulares  de una gramática pictórica que enfatiza sobre su transparencia cromática y sobre las propiedades reactivas de  la materia.

En una serie de obras en técnica mixta sobre tela de grandes y medianos formatos, tales como las tituladas:”Liberación”, “Evocación”,  “Riada del Ozama”, “De la Palma”, “Ventanas”, “Memorias”, “Casa de Meditación”, “Abstracción”, “Calle Ceuta”, “Sosiego”, “Entrada sin salida” y “Pendiendo de un lazo” (2008), se establece de manera cristalina la efectividad que logra nuestro creador a lo largo de una trayectoria cuyas penúltimas claves tienen que ver con la meditación espiritual, con la ética de taller  y con la irreverencia ideológica a la hora de experimentar la realidad caótica y los rituales íntimos de la imaginación.

He aquí una leve descarga de cálidas sonoridades y deliciosas insinuaciones visuales. Imágenes captadas a la hora de la ruptura del tedio citadino. Imágenes de impacto matizado a la retina y a la sensibilidad.  Un inquietante repertorio de hallazgos estéticos  que nos hablan de la maravillosa confluencia de las distintas formas del tiempo, de historias mínimas e íntimas; de los sueños, ideales, utopías y expectativas cotidianas de Miguel Pineda…

En síntesis

Mucho más
Para Miguel Pineda, la pintura es mucho más que una actividad artesanal, constituyendo una fábula intemporal, una pasión totalizante, una vía mística, un tamiz purificador de su conciencia, su sensibilidad y su percepción del mundo. Compruébelo a partir del 15 de julio.