Arte Contemporáneo
Raquel Paiewonsky en Museo de Arte Moderno

<STRONG>Arte Contemporáneo<BR></STRONG>Raquel Paiewonsky en Museo de Arte Moderno

Hasta mediados de marzo el Museo de Arte Moderno mantiene abierta la muestra retrospectiva de Raquel Paeiwonsky, titulada “re-VUELTA”,  compuesta por  un equilibrado y resistente extracto de su obra en distintos medios (pinturas, esculturas, instalaciones y fotografías) que nos permite advertir el alto grado de elaboración conceptual,  de filtración material y de esplendor metafórico que adquieren su hacer y su decir estéticos en la actualidad.

Compuesto por más de veinte obras, el corpus expositivo de “re-VUELTA” nos permite confrontar una trayectoria ardua, brillante y fructífera,  así como el espíritu renovador que arde en la sensibilidad, visiones y opciones creativas de los artistas plásticos y visuales dominicanos de las ultimas generaciones.

Así como ya se ha valorado la trascendental presencia de la mujer en el proceso originario-y a través de las etapas más brillantes de las artes plásticas dominicanas de la modernidad-, en los casos de personalidades y obras fundamentales como los de Celeste Woss y Gil, Marianela Jiménez, Nidia Serra, Clara Ledesma, Ada Balcacer, Elsa Núñez, Sinnamon Tapia,  Soucy de Pellerano y Rosa Tavarez, también hay que admitir otros aportes en el intenso  y fascinante proceso en que fecundan las raíces de la ruptura  en el arte dominicano contemporáneo a través  de actitudes y reacciones estéticas definitivamente renovadoras como las de Raquel Paeiwonsky, Belkis Ramírez, Inés Tolentino, Maritza Alvarez,  Charo Oquet, Scherezade García,  Iliana Emilia García, Gina Rodríguez, Mayra Johnson, Yolanda Naranjo y Miguelina Rivera y Thelma Leonor.

Las pinturas, esculturas, instalaciones y fotografías de Raquel Paiewonsky, en las cuales aborda cuestiones inquietantes como la mutación de la coprporeidad, la energía y la condición femeninas en el contexto global de la posmodernidad, constituyen una muestra incontrastable de la unicidad de su distintiva personalidad creadora en el proceso expansivo que registra el arte dominicano de la actualidad.

En una serie de reacciones de extraordinaria capacidad sugestiva, tales como “Mujer preñada”-instalación (1996), “Vestial”-5 esculturas (1999-2000), “Ima”-fotografía (2001), “Levitando a solo un pie”-instalación (2003), “Sembrada”-fotografía (2004), “Jugo de alma”-instalación (2005), “Mutantes”-instalación” (2006), “El vuelo”-pintura (2007), “Apátridas”-instalación (2007), “One”-pintura (2007) y “Bitch Balls”-instalación (2008), Raquel Paiewonsky es responsable de uno de los momentos de mayor despliegue de medios y recursos expresivos en el arte dominicanos de la actualidad. En este conjunto, la artista también nos deja ver la precisión conceptual y la densidad reflexiva con que ella llega a materializar sus propuestas simbólicas de radical polivalencia significativa, resueltamente incisivas y provocadoras.

Soportes como la transparencia fotográfica, madera, nylon, piel,  papel, plásticos, espejos rotos, metales, cera de abeja, cabello humano y otros materiales naturales e industrializados, les resultan apropiados a Raquel Paeiwonsky, no solo para demostrar sus habilidades manuales o su conexión existencial con los nuevos medios, si no como alternativa para provocar las aperturas perceptivas del espectador frente a la misma “naturaleza”, complejidad o implicaciones simbólicas de los procesos y discursos culturales y existenciales que  esta destacada artista dominicana viene abordando de manera profunda durante los últimos diez años.

La de Raquel Paiewonsky es una poética materializada de manera ingeniosa, lúcida y radiante. La manera particular en que  aborda la representación de la corporeidad nos refiere a su perpetua mutabilidad genética; a sus escisiones culturales y a sus distorsiones físicas y psicohistóricas. La misma diversidad de recursos materiales con que se despliega esta poética nos lleva a través de una practica imaginativa sumamente personal cuyos  resortes fundamentales son  la obsesión  creativa, el vuelo delirante hacia lo fictivo y la cristalina honestidad de compromiso ante el deslumbrante, “monstruoso” y liberador instante humano que le ha tocado vivir.

Tal como sostiene la historiadora y critico de arte Sophie Ravion-de’Ingianni: “La obra de Raquel Paiewonsky hace resurgir las discusiones en torno a las relaciones entre el cuerpo humano y la red de signos en la que se encuentra envuelto, moldeado, exhibido, escuchado, sentido, en la sociedad contemporánea. La dualidad postmoderna-muy común en el arte actual así como las reflexiones que le atañen-opone a menudo al ser humano y su cuerpo. Convierte a este último en un bien, una posesión, una individualidad más que en la raíz identificadora que daría un rostro vivo al ser humano. Por el contrario, las obras de Raquel exploran el cuerpo como una disposición simbólica, lo que procura una miríada de representaciones y de declinaciones que nos propone en sus cuadros, sus esculturas, sus instalaciones y sus fotografías”…

Ciertamente, la de Raquel Paiewonsky es una propuesta simbólica cuyos fundamentos estéticos y estrategia creativa son eminentemente lúdicos subversivos.  Ella aborda en su obra una serie de cuestiones relacionadas con la sexualidad, lo multiétnico o interracialidad en relación con la búsqueda  identitaria, de la energía y de la fecundidad femeninas. Cuestiones deconstruidas crítica y hermosamente, implicándose con el pensamiento y las propuestas  de transformaciones éticas y culturales que impulsan los espíritus mas lucidos, “sensatos” y sensibles de nuestro tiempo.

Pero a Raque Paiewonsky le interesa más todavía la búsqueda de nuevas experiencias creativas que la misma creación de un nuevo “orden” político-social a través del arte. Le interesa, sobre todo, intensificar los niveles de la imaginación, la creatividad y la energía creadora como clave de la relación esencial y eternamente mística entre el arte y la vida.

Raquel Paiewonsky, nació en Puerto Plata en 1969. Es egresada de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, en La Romana. Realizó su primera exposición individual en 1992 en  Nouveau Centro de Arte.  Luego continuó sus estudios en la Parsons School of Design de  New York. Allí se estableció y vivió durante diez años. Dentro de las exposiciones colectivas en las cuales ha participado están: “Infinite Island”, Brooklyn Museum, NY (2007); “Puntos de Vista”, Daros Latinoamérica, Bochum Museum, Alemania (2007), “El Juego de la Diferencia. Penúltima imagen de la fotografía y el video en Santo Domingo”, Museo de Arte Moderno de Santo Domingo/Museo de Arte de Caguas, Puerto Rico (2007 y “Away: femmes, diaspora, creativité et dialogue interculturel”, UNESCO, París, Francia (2007). Entre sus premios recientes ha recibido el Gran Premio del Concurso E. León Jimenes en sus dos últimas ediciones(2006-2008). Vive y trabaja en Santo Domingo.

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