La noche del pasado jueves 28 de julio, la Galería de Arte Keramik, localizada en la Calle Sánchez #206, Ciudad Colonial, dio apertura a la exposición individual titulada Vueltas y Revueltas, del reconocido artista visual dominicano Julio César Natera, quien reside en los Estados Unidos desde hace más de tres décadas.
La apretada selección de dicha muestra, deparándonos un potencial recorrido antológico que estará abierto a la pública mirada expectante y confrontadora hasta el 28 de agosto, es asumida con entusiasmo efectivo por el mismo expositor y por el reconocido Arq. Federico Fondeur.
Vueltas y Revueltas está compuesta por 27 trabajos pictóricos, 11 de los cuales son reversiones de algunos de los más notables hallazgos del período cinético de Julio Natera (entre finales de los 70 y mediados de los 80 del siglo XX), mientras que más de quince representan su proceso y trabajos recientes, especialmente una serie de obras pictóricas en las que el inquieto y polifacético explorador de formas, líneas y el colores, logra una vital síntesis expresiva que nos permite advertir su profunda compenetración existencial con los elementos fundamentales del sistema pictórico tradicional.
La fotografía, los medios mixtos, la manipulación de los recursos del transfer y la tecnología digital, expanden el universo simbólico de Julio Natera. Entre las obras de filiación cinética que exponen con mayor elocuencia los hallazgos visuales de Natera a partir de sus experimentaciones con la luz, la línea, el movimiento y el espacio pictórico, destacan las tituladas Círculos y sombras, Rojo y verde vibrante, Variaciones concéntricas, Variaciones del rojo y amarillo y Verde en espacio vibrante.
En obras como las tituladas Alexis, Teresa, Sabrina, Roxana, Tessi, Maribel, Tailuma, Nurin, Susan, Mother, Amelia y Diva convertida en Serafín, Julio Natera se presenta radicalmente lúdico y sensible; atento a los más irreverentes e intensos rituales del caos humano citadino, a los destellos alucinantes del folklore, la energía, la sensualidad y la condición femeninas; casi nostálgico, materializando una fresca cartografía visual con la que adhiere una nueva propuesta a la pintura dominicana de la posmodernidad. Asimismo, en sus trabajos pictóricos recientes, destacan obras que atraen la atención por el rigor de su factura, por la diversidad de medios o recursos estéticos utilizados, así como por la economía poética y la gracia expresiva que retienen sus imágenes.
Pero, es el mismo expositor quien nos ofrece algunas claves para percibir, entender los motivos o disfrutar sus últimos trabajos, al declarar que: Las obras han sido concebidas con el fin de plasmar plásticamente mi filosofía de la vida. Con mis expresiones en el oficio de la pintura busco expresar las diferentes corrientes del tiempo en que vivo. Hago uso constante de las nuevas herramientas que poseemos en el presente, como son las técnicas auxiliadas por la informática. Muy consciente que éstas sólo son nuevas metodologías con la que volcamos nuestras quimeras, nuestras ambiciones…
Precisamente, el reconocido artista e historiador del arte dominicano, Danilo De Los Santos, nos advierte que Las vueltas y revueltas de Natera hace referencia a todos los procesos de sus discursos: el dibujo, el grabado, la pintura y la digitalización. Es todos ellos la conjugación plural como fusión, impresión, transferencia y recalco de dicciones como en la serie ¨color en movimiento¨, abstracciones constructivas de líneas y planos que ofrece la impresión y el efecto de lo cinético con su yuxtaposición de duocromo que origina un tercer color. A partir de impresiones digitales, las series casi a totalidad es reprocesado con un tratamiento ¨curativo¨ que consiste en adecuar los asuntos, en áreas zonales, con la aplicación de medios puros. No se trata de repintar, sino de reconjugar también con conceptos lineales y vegetales, entre otros.
En síntesis
JULIO NATERA
Egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo con Licenciatura en Artes (1977) del Miami-Dade Community College (1982) y de la Barry University con grado de estudios superiores en Tecnología (1985), Julio Natera (1951) pertenece a un selecto grupo de creadores plásticos cuyas búsquedas estéticas, disciplina, actitudes ideológicas de ruptura y aportes vanguardistas, signaron las transformaciones del panorama artístico y cultural de los años 70 del siglo XX en Santo Domingo. Hacia finales del 1977 realiza un viaje a Sudamérica y se encuentra con varios de sus contemporáneos en Colombia, Brasil y Venezuela. Se establece en Caracas y trabaja durante 6 meses en el taller del gran maestro Carlos Cruz-Diez.
En 1978 viaja a Nueva York y se encuentra con Freddy Rodríguez. Luego de una corta estancia en la Gran Manzana decide volver a Caracas, pero antes hace escala en la ciudad de Miami, donde su amiga Shirley Valle, con quien había trabajado en la decoración del Palacio presidencial dominicano, le pide una reunión para su despedida. Se encontraron en Miami, pero él Jamás se despidió. Desde 1980 hasta el presente, Julio Natera es Jefe de Operaciones en el Departamento de Tecnología e Información de la Ciudad de Miami, donde también ha sido Administrador Interino de Base de Datos, Programador de Sistemas y Supervisor de Operaciones.