Entre las variadas edificaciones existentes en Santo Domingo se aprecian las diferentes fachadas,  que cambian de aspecto no solo por su formación estructural, sino por su decoración.

En la avenida 27 de Febrero esquina Federico Henríquez y Carvajal hay un extenso edificio de cuatro niveles donde sobresale una  pared   decorada en colores que debe ser la más original existente en toda la urbe capitaleña. Se trata de un mural en cerámica de aproximadamente 115 metros cuadrados realizado por el artista Carlos Despradel en 1992.

Según este artista, para elaborarlo se necesitó un gran personal y tuvo un costo sumamente alto. Esa es una de las pocas obras realizadas en el país en una acera tan transitada. A simple vista, el mural parece representar los órganos que estudia la otorrinolaringología, y en ellos se observan curvas que simulan  las ondas sonoras y de voz, las vibraciones.

Este mural,  que abarca prácticamente toda la pared frontal del primer piso de el edificio, está   conformado por  molduras de diferentes figuras geométricas   sobresalientes separadas por otras de estrechas líneas cuadradas menos gruesas con  bordes estriados.

Una de éstas  forma la parte superior de una pirámide, y va seguida por otras con losetas cuadradas que tienen en su centro  rosetas y otras entre dos líneas curvadas que encierran la gruesa mitad de dos globos. Grandes círculos llaman la atención, así como las pirámides con puntas hacia fuera.

Hay  también líneas onduladas que encierran rosetas hasta llegar a un alto bloque rectangular.

El mural,  creado en colores vivos, tiene en su  frente una  jardinera cercada por una verja poco elevada que permite apreciar la magnífica obra de este creador dominicano, que actualmente requiere  restauración.

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Otro ejemplo

Se puede observar en  la antigua avenida España: iniciada en el final de la calle Isabel La Católica  una edificación de dos niveles también de extensa fachada  construida siguiendo la curva de la vía, que hace lo mismo. Este frente, presenta en su primer nivel trece puertas y el segundo por igual, pero con cinco balcones de balaústres normales.  Ya en el remate de la vivienda se aprecian balcones divididos  por un  borde formando el vértice superior de un largo triángulo.