Arte dominicano expuesto en sede diplomática

Arte dominicano expuesto en sede diplomática

La Agencia de Prensa de los Artistas, dedicada a difundir las manifestaciones artísticas en Francia y particularmente en París, expresó: “Muy bello encuentro en la Embajada Dominicana en París con la pintura de tres artistas oriundos de Santo Domingo”. El comentario fue motivado por una exposición de pinturas y dibujos de José García Cordero, Radhamés Mejía e Inés Tolentino, montada en salón y vestíbulo de las oficinas de la rue de Courcelles, desde el mes de diciembre.

No es la primera vez que la sede diplomática organiza exposiciones: Silvano Lora había tenido ya esa feliz iniciativa, mientras desempeñaba las funciones de Consejero Cultural. Y parece que hay ahora la disposición de presentar arte dominicano de manera permanente, con pequeñas exposiciones individuales y colectivas. Entre los artistas ya conocidos, como los tres expositores que viven en la cercanía de París, otros que residen en la provincia francesa, y también muestras enviadas desde Santo Domingo, una programación es muy factible, y es un ejemplo que debería repetirse en otras embajadas dominicanas, siempre que tengan locales adecuados.

La exposición. Aunque  no es una galería y se trata de un espacio informal, destinado a la espera de visitantes, la amplitud del lugar, la superficie de paredes y una buena iluminación natural se prestan para pequeñas exposiciones.  En esta ocasión, la parte principal de la muestra se compone de tres grandes lienzos -uno para cada artista-, perteneciendo a la creación más reciente, mientras los dibujos, de dimensiones modestas, complementan coherentemente las pinturas.

José García Cordero,  que a menudo trabaja el autorretrato y la fauna de manera satírica para enjuiciar los actuales avatares de la condición humana y de los dominicanos en particular, también pinta excelentes paisajes y naturaleza muerta… a la usanza de los clásicos, pero con un concepto contemporáneo. Con esta  impresionante obra de “La frontera”, entre caminos –más que carreteras– y verdor, seduce y sorprende. Probablemente se refiera a  República Dominicana y Haití –por el título–. Él plasma un solo paisaje, uniforme y sembrado de árboles, y, en vez de barreras,  vías de comunicación abiertas. 

De Radhamés Mejía escribió  recientemente el crítico Eric Bessey con singular acierto: “Las imágenes de Radhamés Mejía nos transportan en esos lugares donde lo profano y lo sagrado, lo habitual y lo trascendente, se confunden. Ellas estructuran y acondicionan el espacio simbólico, cartografían el mundo imaginario, concretizan los caminos del sueño despierto”.  En su obra “Arqueología de las sombras”, el artista  sigue proponiendo una iconografía que se inscribe en un marco etnoantropológico y arcaico, pero hoy “fosiliza” a sus figuras dentro de un cerco, evocador de una  conservación perenne. Tenemos mucha curiosidad por ver algo más de esta nueva etapa.

En su pintura “Rosas a sus pies”, Inés Tolentino continua bordando, real y simbólicamente,  los ritos y retos del amor en la mujer, enfrentada siempre a su propia sumisión y a su indefensión ante las exigencias del otro. Ella eslabona la naturaleza femenina con la naturaleza floral, su fragilidad, su  necesidad de protección.

Organización

La exposición fue organizada por la embajadora y socióloga Laura Faxas y por la consejera cultural Luisa Auffant, que fue directora del Museo Bellapart,  con motivo de la visita  a París del presidente Leonel Fernández. La Embajada Dominicana tiene una especial preocupación en materia de arte, como lo demostró, en el 2008,  la  colectiva de mujeres artistas de la diáspora, en la UNESCO.

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