Arte, una inversión segura y que crece con   el tiempo

Arte, una inversión segura y que crece con   el tiempo

EFE-REPORTAJES. El arte, concebido como la expresión más íntima plasmada en una obra creativa, ha sido por siglos la mejor forma de perennizar momentos sensibles reales o ficticios. Siempre tienen una intencionalidad cifrada, que puede ser apreciada y codificada por quien se enfrentan a una obra.

Los principales clientes son galerías y acaudalados magnates de todo el mundo que dicen, sin dudar, que invertir en arte es un buen negocio.

La contemplación ha sido el puente para captar ese momento exacto en el que nuestra mente se relaja y se permite percibir con todos sus sentidos. Los parámetros de lo bello cambian continuamente, al mismo ritmo que la sociedad, porque aquello que es considerado artístico ha estado íntimamente ligado con la época y la cultura de cada sociedad.

La época actual está determinada por la influencia de las nuevas tecnologías y la inmediatez impuesta por los medios de comunicación. Sin embargo, el artista ha logrado su merecida independencia, al punto de que su único límite es la competencia entre sus similares.

La obra más costosa de un artista vivo
Las tendencias se han multiplicado exponencialmente; sin embargo aún se mantiene el respeto por aquellas creaciones de otras épocas, por lo que las casas de subastas se han convertido en los principales canales de venta.

Obviamente, el único límite es que quienes pueden poseer este tipo de obras son aquellos que cuentan con poder adquisitivo suficiente para incluirlas en sus colecciones. La adquisición de obras,  hoy en día,  pasa a ser considerada una buena inversión que tiene una plusvalía muy alta. Los principales clientes son galerías y acaudalados magnates de todo el mundo.

La obra “Benefits Supervisor Sleeping” (1995), del británico Lucian Freud, nieto del padre del psicoanálisis Sigmund Freud, fue vendida por 33.6 millones de dólares el pasado 14 de mayo, en la sede neoyorquina de Christie’s.

Con esta transacción se estableció un récord mundial, en la venta por subasta para una obra de arte de un artista vivo.

Este óleo presenta una mujer muy voluminosa recostada sobre un sofá. La modelo fue Sue Tilley, una supervisora de subsidios sociales de Londres, que ya había posado para el artista en diferentes ocasiones.

Las mejor vendidas y las  invaluables.  Verdaderas fortunas han servido para comprar las obras de los más importantes artistas en el campo de la pintura.

La obra que se ha vendido al más alto costo en una subasta es “Número 5, 1948” del reconocido pintor estadounidense Jackson Pollock con U$140 millones.

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Obra de arte

Segunda más costosa
Corresponde  a la misma línea del expresionismo abstracto al igual que la obra de Pollock, fue “Woman III”, 1952-53 de Willem de Kooning que se vendió en 137.5 millones de dólares. El retrato de Adele Bloch-Bauer es el que se encuentra en el tercer lugar con un monto de 135 millones de dólares, pintado por Gustav Klimt, con la particularidad que esta pintura había sido confiscada por el ejército nazi y fue restituida recientemente a sus antiguos dueños, la familia judía Bloch-Bauer, por un juzgado de Viena.

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