Arte y cultura en el Banco Central

Arte y cultura en el Banco Central

El 60 aniversario de ese “templo” de las finanzas y la creación tuvo, entre otras celebraciones, la publicación de un hermoso libro

MARIANNE DE TOLENTINO

Existe dentro del Banco Central de la República Dominicana un legítimo orgullo por una programación ejemplar de arte y cultura, que incluye, además del incentivo a las investigaciones económicas, la enriquecida colección de arte, las excelentes publicaciones, las charlas, conferencias y talleres, la pieza del mes, y más manifestaciones del espíritu y de la vocación.

El director del Departamento Cultural, José Alcántara Almánzar, escritor y catedrático, de manera admirable se entrega, con ética, talento e inciativas, a estos eventos. Se trata de una auténtica política cultural, favorecida e impulsada desde la Gobernación y su titular, licenciado Héctor Váldez Albizu, hecho muy apreciado y poco común. 

El Concurso de Arte y Literatura Bancentral que se celebra anualmente dentro de la institución ha sido particularmente concurrido en el 2007, y con varias obras de nivel notable en ambos renglones. Coincide con el 60 aniversario del Banco. ¿Los artistas de la institución habrán querido marcar esta fecha con una participación cuantiosa y globalmente buena? Si no se trata de un acuerdo tácito, hay una coincidencia… Luego, la política cultural reafirmada tiene consecuencias positivas, y así una receptividad creciente se va manifestando en los concursos internos.

Respecto a la calidad de los participantes, está el hecho de que los pensionados siguen sintiéndose vinculados al Banco y eventualmente, más allá de una oportunidad para aficionados, pueden involucrarse en otro exigente oficio, a nivel profesional. En el 2007 se notó una mucho mayor participación de los miembros del personal activo, una tendencia en aumento, entre los jóvenes particularmente. Es una manera de estrechar los lazos entre economía y arte, hoy indisociables.

Concurso de Arte 2007

El Concurso de Arte comprende tres categorías: Pintura, Fotografía y Dibujo, y las obras pueden visitarse en la tercera planta de la llamada “vieja sede” del Banco Central.

El Dibujo ha resultado pobre y poco concurrido, una escasez que hasta sorprende en una expresión tradicionalmente superior en el arte dominicano, aun en los aficionados. Dentro de las actividades pedagógicas se impartirán charlas sobre el dibujo y su importancia en las artes visuales, para incentivar el conocimiento y la práctica de esa categoría.

Ahora bien, las obras presentadas en la categoría de  Pintura sobresalieron, con un número de obras jamás alcanzado y  atractivos esperanzadores. Sigue reinando como dueño casi absoluto el realismo, prefiriendo los géneros tradicionales del paisaje y el bodegón, una particularidad frecuente en  los artistas “amateurs”, pero la paleta, la factura y también el dominio formal han mejorado decisivamente.  La tímida incursión en  la pintura abstracta o en escenas de una figuración más compleja señalan la capacidad de variar los estilos, aunque la emancipación hacia otros estilos no da los mejores resultados. Es evidente que esa clase de concurso  no pone en juego una evaluación de las artes plásticas en un contexto profesional ni un avance creativo global, los parámetros de apreciación son el dominio de los elementos formales y cromáticos… y el buen gusto.

Así mismo, la fotografía ha ratificado su avance cuantitativo y cualitativo general. Como suele suceder, se manifiesta una predilección casi unánime por el color y el muy pequeño formato. Los paisajes seducen mayoritariamente el lente, pero la fantasía, la fe popular, la sensibilidad social o ecológica, inspiran interesantes imágenes, con una investigación en los efectos ópticos y de intensa luminosidad.

El encuadre también ha progresado ¡Esos fotógrafos en etapa de formación y auto revelación de sus posibilidades se muestran cautelosos, y esa prudencia merece tanto los elogios como un estímulo a seguir adelante!

Una característica de este concurso de arte es que los premios no atribuidos en una categoría, se pueden otorgar a trabajos de otras, como sucedió ahora en la de  Dibujo, beneficiándose la de Pintura y la de Fotografía.

Testimonial

Las edificaciones del Banco Central, diseñadas por el arquitecto Rafael Calventi, están consideradas como una obra maestra de la arquitectura dominicana. El conjunto contrastante de la torre y de los auditorios, la ubicación en la gran explanada y la perspectiva ofrecida, el esplendor mismo de los auditorios, hasta los materiales de revestimiento y las texturas cosechan la admiración de los observadores ¡Y qué decir de las tres “chimeneas” gigantes que conforman… la única gran escultura minimalista en el país!

Ameritaba dedicarse un libro especializado a una realización única, que sigue provocando el mismo impacto que en la fecha de su construcción. Para el aniversario del Banco se ha producido un hermoso y excelentemente informado libro – de la autoría de los arquitectos Gustavo Moré, Omar Rancier y Roberto Segre, con magníficas fotografías de Ricardo Briones: “Banco Central: 60 años de historia, arquitectura y arte”. Los textos conllevan también un estudio de las dos primeras sedes,  históricamente sobresalientes: la segunda diseñada por el arquitecto Caro Alvárez -que por cierto alberga hoy museos y el Departamento Cultural, y la primigenia, una mansión colonial -ahora Casa de las Academias-. Su prestigio continúa y se inscribe en la historia…

Una segunda parte, por Marianne de Tolentino, presenta la colección de arte y pinacoteca del Banco Central -de contenido impresionante-, y que, entre cientos de obras, posee algunas cimeras en la historia de la pintura dominicana, incluyendo a los murales. El texto relata la filosofía de este conjunto plástico excepcional, y coloca a los artistas representados, desde los pioneros de la modernidad hasta los contemporáneos, en una visión de la plástica nacional. Las reproducciones fotográficas son de primer orden. Sin duda, esta publicación, una de las más contundentes que ha producido el Departamento Cultural, era una necesidad en la bibliografía dominicana.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas