Hablar de los Tesoros Artísticos del Vaticano implica necesariamente abarcar  todo, o casi todo, el panorama de la civilización occidental desde hace dos mil años; con una serie de edificios, capillas, salones, galerías, museos, jardines, obras de arte realizadas en diferentes medios y la Biblioteca Vaticana, la más importante de Europa por su antigüedad y riqueza de sus fondos bibliográficos, que conforman los llamados Museos Vaticanos. Una Colección excepcional por la importancia y significación de las obras que se han venido atesorando a lo largo de cinco siglos –a partir de la colección privada del Papa Julio II– enriquecida gracias a la pasión por el arte y la visión de los diferentes pontífices a lo largo de la historia.

Con el correr de los tiempos, el resultado ha sido una colección de carácter múltiple al tiempo que universal, muestra del respeto, atención, apertura e interés histórico de la Iglesia hacia el arte de todas las épocas; incluyendo bienes culturales que son vestigios de la cultura egipcia, mesopotámica, greco-romana o de la América pre-hispánica, a las que se suman otras tantas que son muestra y ejemplo del mejor arte cristiano, desde la antigüedad hasta nuestros días, articulando uno de los lugares más importantes de la historia de la civilización, con obras que son resultado del genio creador de muchos de los grandes maestros del arte universal, o de otros más modestos, que dejaron su huella en su paso por el Vaticano. Un invaluable patrimonio cultural de la Iglesia, también patrimonio de la humanidad, y aunque de inestimable valor artístico, prioritariamente religioso.

Es el caso de las obras seleccionadas en esta ocasión para el conocimiento y disfrute de la sociedad dominicana en su conjunto, de la Exposicion “Tesoros Artísticos Vaticanos”, que exhibe el Ministerio de Cultura en el proyecto de Arte Público del Parque Independencia, desde el 18 de abril hasta el 30 de mayo.

Ciento veinte imágenes que nos ofrecen un itinerario intelectual y espiritual a lo largo de lo que Su Santidad Benedicto XVI llama “la vía de la belleza”. Un recorrido a través de los siglos, que nos lleva desde el simbolismo del arte paleocristiano, de las catacumbas, también presente en el Museo Pío Cristiano, pasando por la espiritualidad de los anónimos medievales, hasta el arte de Giotto, Fray Angélico, Botticelli, Rafael, Miguel Ángel o Francesco Podesti, mostrados en los espacios reservados a la Pinacoteca, Las Estancias, las Logias, la Galería de los Tapices, la Sala de la Inmaculada. la Capilla Paulina, la Nicolina o la Sixtina. Una selección realizada por la Santa Sede, que identificamos, datamos y documentamos  –apegados a las fuentes del Vaticano– añadiendo los textos didácticos, con la intención de hacer más comprensiva la lectura y apreciación de las obras.

Los Tesoros Artísticos del Vaticano, exhibidos por primera vez fuera de la Santa Sede, y que hoy tenemos la oportunidad de apreciar son, en parte, algunas de las obras más significativas de la cristiandad que entendemos comparten entre sí la premisa de haber sido realizadas con una misión pastoral, con un alto valor catequístico y como recordatorio, guía y estímulo espiritual. Todas al servicio de la fe.

En ese sentido, retomo y extrapolo a todas las obras que componen la exposición, las palabras de su Santidad Juan Pablo II, pronunciadas en la Homilía durante la Santa Misa celebrada el 8 de abril de 1994, con motivo de la conclusión de los trabajos de restauración del “Juicio Universal”, de la Capilla Sixtina, en las que señalaba:

«Los frescos que aquí contemplamos nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Las verdades de nuestra fe nos hablan desde cada lugar. De ellas, el genio humano ha sacado la inspiración empeñándose en revestirlas de formas de una belleza inigualable», recalcando, en esa ocasión, que las pinturas, tal como las imágenes de un libro, sirven para hacer más comprensibles las verdades expresadas en las Sagradas Escrituras.

Por ello, sin duda alguna, realizar esta muestra en el marco de la XIV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2011, a partir de la dedicatoria al Vaticano, es un acontecimiento altamente significativo porque, como dice una máxima de la antigüedad “Conocerse es la mejor manera de comprenderse. Comprenderse es la única manera de amarse”. Por tanto, esta gran muestra de arte público constituye una excelente oportunidad de que los miles de dominicanos que transitan por estas vías diariamente puedan conocer, comprender y apreciar el contexto, los motivos y finalidad  que dieron origen a estas obras que son testigos de excepción de épocas pasadas, muestras de la convicción de sus creadores y potentes testimonios de nuestra fe católica.

(La exposición Tesoros Artísticos Vaticanos fue inaugurada el pasado lunes 18  como parte del Ciclo Pre Inaugural de la XIV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2011, que tiene a la Santa Sede como su Invitada de Honor. El acto de apertura estuvo presidido por el Ministro de Cultura, Jose Rafael Lantigua; el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo; el Nuncio Apostólico de Su Santidad, Benedicto XVI, Mons. Josef Wesolowsky; y Mons. Víctor Masalles, Obispo Auxiliar de Santo Domingo).