El Domingo 27 de Junio del presente año, salió un artículo en el periódico La Vanguardia (Barcelona, España) escrito por el corresponsal Eusebio Val donde comenta y cita sobre el fenómeno de la desmonumentalización, de un arte que ha perdido su finalidad economiástica; Escultura en la Era Liquida.
Al leer el artículo encontré que plantea, que en muchos círculos de los organizadores de bienales hay preocupación por la situación, y escoge como muestra la decimo cuarta bienal de Escultura de Carrara que se inauguró el 24 de Junio en la ciudad del Norte de Italia, capital del mármol, y que puede visitarse hasta el 31 de Octubre del presente 2010.
En esta muestra participan unos 33 artistas de muy diversos estilos; y nos informan que los organizadores se proponen llamar a la reflexión y tienen como tema Post-monument en una línea similar a la de la exposición Unmonumental de hace un par de años en la ciudad de Nueva York. Se dijo que la idea es establecer un diálogo, entre los creadores más innovadores de hoy y las tendencias asentadas de la escultura tradicional, que llegó a su apogeo más caricaturesco en los regímenes totalitarios del siglo XX.
Se sostiene que, la tesis de la bienal es que ha habido un proceso de desmonumentalización de la escultura, que progresivamente ha perdido la función de celebrar hechos o personas, su finalidad encomiástica. Ahora la escultura sirve para otras cosas,; establece relaciones, provoca, insinúa, estimula. Obviamente los caminos del futuro no están trazados. Las esculturas han sido blanco frecuente de revoluciones y bruscos cambios de régimen. nos presenta diferentes acontecimientos históricos del pasado reciente, que fueron otrora emblemas por antonomasia del poder fuerte, un instrumento de homogeneización de las masas, catalizador de valores del pueblo y elementos insustituibles de construcción de la memoria colectiva, y expresa: que en los tiempos actuales con ambientes de de fin de época, de transición, la escultura expresa también las incertezas de la modernidad liquida. Y citando al comisario de la bienal, Fabio Cavallucci: Estamos claramente en una época post en muchos ámbitos, Ya no nos reconocemos en muchas tradiciones.
Eusebio Val establece que: Se da la coincidencia de que la Bienal de Carrara se inauguró, solo un día después de un acontecimiento muy simbólico que refuerza la filosofía, de la muestra. En la ciudad georgiana de Gori, donde nació Stalin, quitaron la estatua del dictador soviético (un bronce de seis metros, sobre un pedestal de nueve). Lo hicieron de noche, para evitar las protestas de un partido comunista filorruso que aún adora a Stalin.
El Corresponsal, nos informa además que en el catalogo de la Bienal se incluye una entrevista con el ultimo presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, en la que da su opinión sobre la durabilidad e los monumentos. Sirven para recordar lo mejor de una era, o su dignidad- afirma Gorbachov- después, cuando los tiempos cambian, esos mismos monumentos cambian de significado y muestran los límites y desgracias de aquella era.
Además, haciendo referencias al catálogo, Zymunt Bauman, el profeta de la sociedad líquida, sostiene que los nuestros son tiempos post monumentales. Pero eso no quiere decir que todas las trazas que dejamos con nuestro paso acabarán en el camión de la basura ( )- Matiza con ironía-. No puede excluirse, y hasta es probable que ocurra, una especia de resurrección o de promoción póstuma, sobre todo si consideramos que nuestra habilidad colectiva para producir en exceso es superior a nuestra habilidad colectiva para eliminar lo desperdicios.
Si sucede, será debido a eso y no a la planificación y al duro trabajo necesarios para entregar nuestra memoria a la posteridad.
Como puede verse, estamos frente a una situación de que parece que todo se está derrumbando en lo que tiene que ver con el manejo de este eslabón de las artes plásticas, ya que el trabajo que se realiza carece de importancia artística.
El Sr. Eusebio Vals, ya entrando en este sentido, nos presenta algunos ejemplos: son varias las provocaciones de postmonument. La obra Shit (mierda) es un trabajo del estadounidense Paul McCarthy, obsesionado con el consumismo de la sociedad occidental.
El español Santiago Sierra concluye en Carraca su NO, Global tour , que ha durado un año y ha pasado por Londres, Washington y Madrid, entre otras capitales. El problema esta vez (dice) es que la escultura del monosílabo está delante de un complejo de nuevas viviendas. El propietario, que al parecer no conocía la obra, se quejó ayer porque cree que dificultará la venta de los pisos.
Esto es un ejemplo de que tradicionalmente la escultura debe reflejar un acontecimiento histórico o que resalte la memoria de los pueblos como hacedores de hitos de la humanidad.
Nuestro invitado corresponsal, nos expone que En Italia ha dado que hablar la escultura de Maurizio Cattelan. Quería colocar a Craxi, el desaparecido ex primer ministro socialista, en la plaza del Risorgimento, sustituyendo nada menos que a Giuseppe Mazzini, héroe de la unidad de Italia. La ciudad se negó y Cattelan acabo colocando su escultura en un cementerio. La desmonumentalización no podía llegar tan lejos, termina diciendo el escritor.
Esta situación que hoy nos presenta el Sr. Eusebio Val es muy vieja y se veía venir, por eso es que es necesario que los organizadores de Bienales (curadores) entiendan que si bien es cierto que las esculturas que se presentan en dichos eventos tienen un fin que es el de lograr un reconocimiento, no es menos cierto que estos casi son proyectos que reflejan hechos y vivencias en donde sus protagonistas, se entregan buscando tridimensionalmente esas memorias del pueblo.
El socavamiento que hoy afecta la producción escultórica en todo el mundo, hay que buscarla en los manejadores de eventos, ya que muchos no dominan que la escultura es la disciplina de las bellas artes más completa porque para llegar a ella se tiene que tener conocimiento de todas las otras manifestaciones de la plástica y los monumentos son escuelas donde el pueblo aprende de su historia.