Los productores de artesanía viven la constante zozobra de tener que enfrentar la competencia de importaciones a precios de venta muy por debajo de la producción local.
La presidenta de la Asociación de Productores de Artesanía de Santo Domingo (Aproarte), Solange Tavárez, aseguró que el 85% de la artesanía que se vende en los gift shops son importadas y el resto es local.
Consideró que debería ser lo contrario, que el 75% sea producido localmente y el 25% importado.
Señaló que debe existir un control y apoyo al sector, y que se les permita a los artesanos acceder a los gift shops con precios competitivos.
La presidenta de Aproarte, institución que agrupa a 20 mil artesanos, entre asociaciones y clusters compuestos por pequeños y medianos empresarios y empresarias, dijo que para los artesanos vender a un gift shop es prácticamente imposible, porque no pueden competir con los fabricados en China y Tailandia, con precios de hasta menos de un dólar.
Tavárez sugirió al Estado que los proteja siquiera con un sello de origen, que aunque una artesanía diga Hecho en China, mencione a República Dominicana, y que además sea certificado.
Manifestó que los artesanos se ven obligados a trabajar en otras áreas debido a que el sector turismo tarda casi un año, hasta más de 320 días, para pagarles sus productos. Sugirió al Estado crear una Dirección General de Artesanía con más políticas para el sector, apoyo y representación.
La cifra
320 días, casi un año. Es el plazo que otorgan los compradores de artesanía en el país, en especial el sector turismo para pagar a los artesanos. Según explicó la presidenta de Aproarte, esta situación obliga a los artesanos a ingresar a trabajar en otras áreas que no son artesanía para vivir.