El Larimar, piedra preciosa generada solo en suelo de República Dominicana, no debe ser exportado crudo o en bruto como materia prima, sino procesarlo en el país, con lo que generarían divisas y se crearían cientos de fuentes de trabajo.
Así lo considera César Hubiera, presidente de la Fundación Frente Barrial Para el Desarrollo Comunitario Artesanal (Frebadeco).
Deploró que el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, impulse la exportación del producto desde Barahona.
Afirmó que la exportación del mineral en bruto solo beneficia a quienes les son entregados y lo procesan, por lo que esta nación debe dejar de ser exportadora de materia prima para que otros obtengan beneficio.
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Por eso, dijo, está opuesto a la propuesta del gobierno de solicitar a la Dirección General de Aduanas un código arancelario para facilitar la salida del larimar y sus clasificaciones hacia otros países.
Hubiera considera que en República Dominicana existen las condiciones para procesar el Larimar, por lo que solo hace falta el respaldo del gobierno para que los artesanos adquieran las maquinarias para esos fines.
Sostuvo que el país puede convertirse en exportador de prendas talladas en ese material, de donde obtendría divisas y generaría cientos de empleos.
Deplora que el ministro Almonte levante un censo en Barahona donde descubrió 61 talleres que trabajan el larimar, desconociendo a más de 300 que existen en Santo Domingo y otras localidades.
“Tenemos 370 talleres que trabajan Larimar, por lo que no es posible que el gobierno piense invertir en Barahona sin tomar en cuenta donde está la mayoría de los artesanos, Santo Domingo, con 280”,