La artista francesa Anne Leb  presenta su nueva producción pictórica titulada “Fluido”, la cual se exhibe hasta mediados de marzo en la galería de arte Bodden,   en El Buen Pastor No. 18, ensanche Evaristo Morales.

Se trata de una artista que asume con seriedad y dignidad el oficio creativo claramente identificado con una tendencia naturalista que se manifiesta en la configuración de su discurso visual.

Como se explicó a través de una nota de prensa, Leb ha realizado varias exposiciones basadas en la investigación visual de fuerzas vivas de la naturaleza pero que además representan las emociones del hombre, su torbellino interior. Sin duda también existe algo de sensualidad en esa expresión plástica gestual.

La artista apela a fenómenos naturales que nos refieren tanto a los fenómenos del mundo físico como a la esencia del propio ser y, también, a todo lo que compone el universo.

Fruto de esa síntesis en la que se han individualizado fuentes tan diversas, logra plasmar en sus telas desde la fuerza poderosa de un volcán en erupción y la alucinante columna de agua arrojada por un geiser, hasta una constelación. Sus pinceladas exploran y recrean imágenes sobre aspectos esenciales del planeta.

  Percepción.  Su obra está justificada plásticamente en virtud de su cromatismo, con un acertado sentido del color. Respecto a este, la escritora Chiqui Vicioso afirma en su poema “Azul”: “Anne ha intentado plasmar la infinita libertad del agua, la inmensa variedad de todos los azules y verdes, la plasticidad del movimiento de las olas, cambiando el material y adoptando, en vez de canvas, telas que por su textura son a su vez plausibles de plasmar el movimiento”.

En su producción  se destacan las obras “Inminencia”, “Constelación”, y “Submarineo”, en cuyos títulos se reconoce su integración  a la atmósfera vivaz del paisaje. La mayor fuerza de estas pinturas proviene de las pinceladas  remiten a signos reconocibles de un planeta en constante fluir.