La exposición Adoración, del artista plástico Raimundo Sánchez, se exhibe desde el 7 de este mes en la galería Francisco Nader Arte Latinoamericano de la Rafael Augusto Sánchez número 22 del ensanche Piantini.
La muestra, de 34 piezas, ejecutadas en técnica mixta sobre el lienzo de variados formatos, los que el creador visual identifica como teología de la figuración.
Adoración, es la segunda individual del pintor, quien presentó credenciales en el año 2001 en Casa Guayasamín con su muestra Más Allá de la Visión, presentando unas espléndidas obras que provenían de su prodigiosa imaginación y que iban desde vírgenes radiantes, santos iluminados, madonnas con los senos descubiertos, navegantes, y beatos, así como bodegones de magnífica factura.
En la actualidad, tras cinco años de profunda maduración y reflexión ontológica, el artista presenta lo que él concibe como teología de la figuración, recreando imágenes provenientes de la religión cristiana y de otras creencias universales, configurando un escaparate visual que tiene como objetivo el conectar al ser humano con el ser Supremo: Dios, y aportando la posibilidad de encaminar nuestra existencia por el mejor de los caminos.
Entre los títulos de sus obras se destacan: Adoración, El Beso de Judas, La Santa Cena, Adán y Eva, Beatificada en el arte (Monalisa), Ángeles Guardianes de la Virgen, El regalo del Ángel, La Virgen de las flores Santa Devoción y Melodía de Paz, así como, La Musa Desnuda, y varios bodegones.
Virginia Goris en la presentación del catalogo afirma de Raymundo Sánchez, que éste no desmaya en transmitir y configurar con sus códigos visuales lo que él llama teología de la figuración, un aporte trascendente de pródiga iconografía que emerge de su sentir de amplio espectro místico, espiritual, y metodológico, pero que al mismo tiempo adereza entre lo sacro y lo sutilmente erótico y sensual. También destaca la admiración de Sánchez por la figura y genio del Renacimiento Leonardo Da Vinci, recreando en homenaje a su gloria inigualable La Santa Cena y la Gioconda, dando su personal visión y planteando que esta última adquiera el status de beatitud al ser la joya más admirada de la pintura universal y que Sánchez la pinta con una corona de luz y santidad por ser un ícono admirado por millones de seres humanos en todo el orbe.
Sánchez nació en Las Charcas de María Nova, de San Juan de la Maguana donde estudió en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal de 1972 1974, en la que recibió galardones e importantes premios en dibujo y pintura.