Artistas de Bonao exponen sus obras

 Artistas de Bonao exponen sus obras

El arte florece en Bonao de manera diferente. La cabecera de la provincia Monseñor Nouel cuenta con una fundación y Plaza de la Cultura, un museo de artistas y un centro/escuela de bellas artes con casi 20 años de funcionamiento, todo ello gracias a Cándido Bidó, su apego al lar natal y la fe que se le tiene, como artista, hombre de bien y formador de generaciones. En otros tiempos, se hubieran referido al “Maestro de Bonao” y aun a la “Escuela de Bonao”.

El “Maestro de Bonao”, que todos  conocen y  quieren, es Cándido Bidó, gran pintor nacional y del Caribe, de identidad inconfundible, que tiene muchos seguidores y que tanto ha hecho por su comunidad, su “pueblo”, según lo llama. La “Escuela de Bonao” podría ser la academia de arte donde se forman profesionales de la pintura y la escultura, allá mismo en salas y talleres. Pero también, si la tendencia sigue y  se precisa, aludiría al canto del color, que juega un papel excepcional y vibra  en las obras de los artistas locales –por nacimiento, estudios  y/o residencia-.

La exposición
La exposición que se presenta en la Embajada de Francia durante el mes de julio, y luego, desde el 15 de agosto en el Museo Cándido Bidó, bajo los auspicios de ambas instituciones, confirma ese perfil cromático en los lienzos de nueve pintores: Cándido Bidó, Julio Valentín, Antonio Núñez, Enrique Núñez, Inés Jácquez, Elías Reyes, Yan Luis Páez, Yanni Cáceres y Félix Gutiérrez. En las esculturas de Cristián Tiburcio, Juan Trinidad y Benito Cuevas, el color juega también un papel importante. Adrede “juntaron” a los expositores -sin que intervenga su grado de celebridad- en una museografía impecable, realizada por Evelyn Lima. Cada artista presenta tres piezas.

La paleta cálida, en los rojos, amarillos, verdes, hasta en los azules y el negro, exalta en esta visión coloreada, no solamente los tonos y la luz del exterior, sino el “ojo interior” del autor, que fortalece la realidad cuando no la transforma. Pues son las figuras, o sea, lo real observado, las que inspiran a los artistas, aunque partes abstractas intervengan en las obras. Podrían aducir que imitan naturalmente a su mentor, una afirmación certera solamente porque el color es vital en el lenguaje plástico, pero ninguno se ha alineado detrás de los colores emblemáticos “bidosianos”.

El colorido comunica una intensa vitalidad a esos ambientes que mezclan el onirismo y la fantasía con temas motivados por la gente y el cuerpo, el paisaje y el hábitat, las frutas y las flores. El artista joven bonaense siente una plena libertad de interpretación en gamas, tonos, matices, así mismo en la composición y la concepción espacial. Tampoco él copia las morfologías de Bidó. Las formas orgánicas dominan, tanto en escultura como en pintura. Sin embargo no existe un común denominador que podría –en los más nuevos– caer en el estereotipo: la diversidad impera, y no falta quien construya los elementos acercándose a la geometría. En cuanto a la escultura, predomina la talla directa en madera, la excepción: un revestimiento de mosaicos.

Una afiliación propia
Bonao es definitivamente una tierra de colores y una ciudad de artistas. Nos dijo el maestro Bidó que alcanzan el medio centenar los que se dedican a la creación visual, a pesar de que esa no les asegure el pan de cada día, requiriendo otra actividad paralela…

Esperamos que los talentos emergentes, surgidos del grupo de los Ocho y constituyendo aquí la mayoría de los expositores, seguirán avanzando  en su itinerario plástico. Sabemos que para los invitados algo más maduros el camino está trazado, y que el liderazgo de Cándido Bidó continúa incólume. Personas del exterior  preguntaron si la expresión plástica de los más jóvenes expositores correspondía al arte contemporáneo dominicano. En términos de edad, la respuesta es afirmativa, pero en los demás aspectos, ellos siguen todavía en pintura una tradición mixta y un legado plural: impresionismo, expresionismo, constructivismo, en fin, un proceso prudente. En el futuro, algunos se radicalizarán hacia un arte de ruptura, el tiempo dirᅠ

Optamos por un comentario colectivo, respondiendo al espíritu de la muestra, incluyendo a los “invitados” de mayor madurez, ya analizados individualmente para otras exposiciones.  La iniciativa de esta exposición que se trasladará de la Embajada de Francia en Santo Domingo al Museo de Bonao es excelente y constituye un precedente ejemplar, uniendo además en un mismo evento a artistas emergentes, confirmados y consagrados, vinculados por el aprecio mutuo y la ciudad de Bonao.

Zoom

Poema de Hubert Le Forestier

Consejero de la Embajada

 “Canción del Arte de Bonao”. Bonao Tierra de colores, Tierra de olores, Tierra de felices. En Bonao Todo está en flor, para que el escultor se sienta hacedor. En Bonao,   el sol y la lluvia son   almas de la tierra que la pintura anima.

Entre las obras que se exponen en la embajada de Francia se destacan: Fantasía de la memoria II, Inés Jacquez, Mujer de Haifa, Por qué llegaron sin nada, Punto de vista, Un sueño en casa I, Nacimiento de Jesús, Doncellas del Caribe I y Soprano.

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