El reconocido galerista y mecenas del arte pictórico nacional Marcial Frías, quien regenteó por más de tres décadas la legendaria sala de arte Giotto desde donde apoyó las entonces jóvenes promesas de la pintura de los años 70 y 80 está buscando apoyo para continuar su labor en el barrio Luperón donde reside.
Aunque las paredes de su casa, todas tapizadas de obras de artistas de todos los calibres del país, reflejen una gran riqueza, a este lugar nadie acude a comprar nada. Frías vive en un marco de muchas precariedades. Con la humildad que ha sido norte en su vida, Marcial Frías, no pide nada para él, dice que quiere ayuda para iniciar un proyecto de acercamiento al arte con los niños de ese y otros barrios cercanos .
Sin embargo, el pintor Miguel Gómez y el comunicador Junior McKabeth consideran que debe ser primero reconocido por ese mecenazgo que prohijó tantos artistas y luego pensionado, por su gran labor a favor del arte.