Artistas se unen en pro de Zona Colonial

Artistas se unen en pro de Zona Colonial

El espacio Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo, situado frente a la Catedral Primada de América,  nace en un momento en el que se intenta rescatar la cultura en la Ciudad Colonial, que necesita con urgencia lugares y proyectos que atraigan y movilicen a la población urbana.

Las artistas visuales Iris Pérez y Rosalba Hernández, tienen el mérito de atreverse a abrir un espacio de artes visuales muy  profesional y amplio; un loft de paredes inmensas, blanqueadas para recibir nuevas propuestas y nuevas gerencias artísticas.  Hace apenas dos meses que existe y el mismo está incluido en el Circuito de Galerías, desarrollado por los galeristas y gestores culturales Mildred Canahuate y Juan José Mesa, quienes junto a otros/as, están a la cabeza de dicho importante proyecto.

Las dos artistas entienden que frente a los desafíos del siglo XXI,  la producción plástica y visual dominicana necesita nuevos y mayores esfuerzos para ganarse al público de las generaciones más jóvenes en búsqueda de nuevos diálogos con los creadores multifacéticos, pero también, con los nuevos lenguajes artísticos. Tanto Iris como Rosalba, están convencidas de que la mejor actitud frente a las presentes y futuras generaciones es la apertura y el desarrollo de la comunicación. Por tal razón, este espacio es un punto de convergencia intelectual y visual que permite interactuar, presentando proyectos artísticos. Estas contemporáneas artistas,  tienen la convicción de que el lugar irá tomando el carácter y la identidad que empieza a recibir a través de su programación, sus propuestas, y de sus reflexiones. Ahora bien, dinamizar y estimular la participación y la implicación de un grupo de artistas serios requiere grandes decisiones y firmes posturas. En nuestro encuentro, a una sola voz, ellas declaran:

“Cuando decidimos unir nuestras fuerzas creativas para desarrollar el Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo, nos motivó la necesidad de entregar al público dominicano, y a los extranjeros que visitan la Zona Colonial de Santo Domingo, una propuesta alternativa y novedosa para mostrar permanentemente nuestra obra”.

“El resultado ha sido superior a las expectativas y el proyecto ha devenido en un espacio estratégicamente ubicado en el que además pretendemos que fluya el arte en todas sus manifestaciones, un lugar desde donde se impulsen transformaciones positivas para el sector de las artes y desde el cual aportemos al desarrollo cultural del país.”

En los últimos diez a quince años, el arte contemporáneo dominicano se ha visto debilitado en una profunda crisis de gestión artística tanto pública como privada… lo que viene a confirmar el valor de lanzarse en este proyecto que puede convertirse en una plataforma exclusiva de creación, justo en un momento en que la dinámica artística del país se siente estremecida por el fracaso de la última 25 Bienal Nacional de Artes Visuales, y por un mercado del arte contemporáneo que padece de una tremenda agonía local y que llegaría a una situación dramática, sin el trabajo y atrevimiento de otros artistas, como Belkys Ramírez, Jorge Pineda, Raquel Paiewonsky, Miguelina Rivera, Delio Delgado, Scherezade e Ileana García, Quisqueya Henríquez, Raúl Recio, Tony Capellán, Gerard Ellis, Yolanda Naranjo, Pascal Meccariello y Ezequiel Taveras, entre otros y otras,  no llevaran en alto  y con seriedad  el ejercicio profesional artístico a nivel  internacional.

Gracias al trabajo intenso de este grupo, las nuevas generaciones tienen las bases para identificar, relativizar y analizar la producción artística de hoy, y esto, como resultado de artistas que a partir de los 80 se implicaron en sus talleres produciendo, atentos al movimiento internacional del arte y buscando la manera, a través de sus obras, de llevar sus generaciones y su país a los espacios y convocatorias más destacadas de las muestras internacionales.

Entendemos que abrir hoy el espacio Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo,  es una postura sostenida con seriedad y espíritu de resistencia frente a un sistema de galerismo y coleccionismo local que todavía no ha entendido ni su rol ni su importancia en la visión y la inversión que se necesita para que la producción artística logre competir con el mercado internacional del arte. Ahora bien, podemos ponderar y matizar refiriéndonos al trabajo de fondo de galerías como Leyle O´Reitzel, excepción entre tantos intentos, que pudo salir a flote y llevar con coherencia su proyecto a nivel local e internacional.

En pleno siglo XXI, en República Dominicana estamos frente al cierre de cinco proyectos serios de galerías contemporáneas que quebraron. Sacar a la luz del día un espacio abierto, dotado de buenas intenciones y propósitos, podría parecer algo alucinante, inconsciente e ingenuo. No obstante, vale la pena detenerse, enterarse, informarse y buscar cómo y con qué este territorio experimental de creatividad dentro de la Ciudad Intramuros, podría dinamizar nuevas actitudes e implicaciones del arte con la ciudadanía.

Todas las grandes ciudades contemporáneas de las dos Américas, pero también, de Europa, saben respaldar y acompañar estos proyectos como puentes necesarios entre el sistema de mercado privado y público, y el conjunto de las prerrogativas individuales y artísticas que tanto los creadores como sus obras necesitan ejercer sin presiones, y mucho menos, limitaciones, a veces convertidas en censuras que provienen de la falta de espacios de libertad.

Todas las ciudades del mundo hoy, se hacen cómplices de sus artistas, sosteniéndolos, como es el caso, en Berlín, Barcelona, Nueva York, Paris, en sus proyecciones propias. Repetimos, El Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo se presta para dinamizar la Zona Colonial en un punto de confluencia. Aquí, con el apoyo necesario, podrían exponer artistas de la diversidad del territorio nacional en búsqueda de una acogida para su primera exposición. También, el lugar podría recibir artistas en residencia que finalicen su estadía en el país, invitando creadores contemporáneos de la región del Caribe.

Vemos con mucho entusiasmo y nos atrevemos a soñar que el conjunto de las autoridades internacionales, a través de sus múltiples y diversos centros de cooperación, vean y visiten el espacio para ofrecer y compartir con el público dominicano valores artísticos y proyectos que puedan animar los y las ciudadanas, e iniciar el desarrollo de un turismo cultural, en una convergencia de creación abierta a la pluralidad y a la diversidad. Por ejemplo, visualizamos la posibilidad de ofrecer a las diversas misiones diplomáticas europeas en el país de proponer a artistas jóvenes que lleguen al país al encuentro con artistas dominicanos, y que de esta experiencia salga una exposición compartida, abierta al público dominicano y a la diversidad cosmopolita que escogió este país para residir.

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