Artistas y vecinos transforman descolorido barrio mexicano en un arcoíris

Artistas y vecinos transforman descolorido barrio mexicano en un arcoíris

México.  Trabajando de la mano de los residentes, miembros de un colectivo artístico en México transformaron un descolorido barrio en la ladera de un cerro con reputación de campo de batalla entre pandillas en un arcoíris habitable, un singular experimento para reducir la violencia mediante la cohesión social.

Con sus calles estrechas y casas de bloques crudos de cemento, la colonia Palmitas de la ciudad de Pachuca, capital del estado central de Hidalgo, evocaba las comunas de las afueras de Medellín o las favelas brasileñas, pero también los innumerables asentamientos marginales de muchas ciudades mexicanas.

Esto es, hasta hace siete meses, cuando poco más de una decena de integrantes del colectivo Germen, formado por artistas procedentes de la escuela del grafiti, comenzaron con vecinos a pintar las fachadas de las casas, primero de blanco y después de brillantes tonos de verde, rosa, morado, anaranjado, azul, amarillo o rojo.

Pintaron en total los frentes de 209 viviendas, que hoy día se combinan en un ondulante y alegre mural gigante que destaca entre los barrios circundantes.

Pero el proyecto, apoyado por los Gobiernos federal, estatal y municipal a través del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, no siempre marchó sobre ruedas.

“Hubo un poco de todo; al principio hubo quienes no querían y personas que siempre nos apoyaron. Al final las personas que no querían que pintáramos sus casas nos dijeron que lo hiciéramos por favor.

Eso nos sirvió para consolidar más la integración y participación”, dijo a Efe Luis Enrique Gómez Guzmán, líder del colectivo.

Explicó que el involucramiento de Germen “nace de la idea del ayuntamiento de Pachuca, en coordinación con el Programa Nacional de Prevención, y se ponen en contacto con nosotros para presentarnos el proyecto y así es como llegamos aquí».

El objetivo, indicó, “es generar cohesión social y rescatar espacios públicos para que se detonen las posibilidades de desarrollo para la gente, empoderar a los vecinos, hacerlos que formen parte de círculos de mediación, que empiecen a generar un nuevo entendimiento en las dinámicas de vivienda aquí en Palmitas».

“Y sobre todo también que sea ese motor que pueda fundir a toda esta comunidad en un objetivo común que es proteger la seguridad de la colonia, proteger a los niños que están creciendo, a través de la integración que puedan tener ellos como vecinos y también como actores del cambio en las colonias”, abundó.

De acuerdo con el grafitero convertido en promotor social, “los índices de delincuencia y de faltas administrativas han disminuido considerablemente, y al día de hoy nadie recuerda como era la anterior Palmitas».

“Nadie se imaginó que iba a terminar de esta manera, y entre los mejores resultados está que los niños empiezan a convivir con más personas y más amiguitos en el cerro; toman las calles para divertirse y eso es también un paso”, enfatizó.

El macromural “Pachuca se Pinta”, como se denomina la gigantesca obra de 20.000 metros cuadrados, fue inaugurado el pasado 31 de agosto por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien declaró entonces que la suma de esfuerzos con el fin de lograr espacios más dignos permite “disminuir los índices de violencia y de intranquilidad».

“Estas pandillas que había en Palmitas lograron deponer esa rivalidad para que juntas, y con un amplio consenso, pudieran pintar este gran mural que estamos apreciando”, comentó.

Expuso que la política de seguridad de su Gobierno se basa no sólo en “una labor de combatir el crimen organizado con las instancias de seguridad pública”, sino en ir a “la raíz del problema- a rescatar espacios que se han descompuesto” y donde es necesario reconstruir el tejido social.

Esa es también la filosofía del colectivo Germen, que nació en 2012 en Guadalajara, estado occidental de Jalisco, “cuando empezamos con este tema del rescate del espacio público en un drenaje abandonado”, recordó Gómez.

“Hicimos un mural junto con una empresa y ahí empezamos a rescatar espacios olvidados para que la gente nuevamente los utilizara y también sirvieran para fortalecer la identidad que se tiene como comunidad”, señaló.

“Nosotros venimos de hacer grafiti y también somos un colectivo multidisciplinario, que suma las nuevas tecnologías. Sumamos la fotografía, el vídeo, todo lo que pueda presentarnos una alternativa para experimentar con el muralismo y encontrar un buen lenguaje para con el espectador”, indicó.

Además, explicó que hacen una investigación que les “ayuda a ir dando una percepción diferente de lo que es este proceso histórico de Palmitas, que está construyendo un presente y un futuro nuevos».

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