POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Desde el pasado miércoles 2 de Agosto 2006, las empresas El Catador y Autozama, junto a la galería Lyle O.Reitzel Arte Contemporáneo presentan una interesante propuesta expositiva denominada ARTRES, donde se conjugan en un mismo espacio tres manifestaciones culturales y tecnológicas: una exposición de arte contemporáneo con artistas de prestigio a nivel nacional e internacional, muestra y degustación de doce de las mejores bodegas de vinos del mundo y la exhibición e introducción de nuevos modelos de automóviles de lujo de la marca Mercedes-Benz.
En el prologo del catálogo de la exposición, don Frank Marino Hernández explica el origen de estas tres manifestaciones y la conjugación de sus distintas vertientes. Por las empresas participantes intervinieron Lyle Reitzel, Ramón Ernesto Morales y Giuseppe Bonarelli. La muestra se presenta en el Showroom de Autozama, localizada en la avenida Winston Churchill #235 donde permanecerá abierta al público hasta el martes 15 de agosto.
El Catador, empresa pionera y principal promotora del fascinante mundo del vino en el país, presenta una muestra de doce de las más prestigiosas bodegas del mundo y los asistentes pueden catar las actuales cosechas y algunas novedades de cada una de éstas. Entre las bodegas representadas están: Protos, Perrier Jouet, Penfolds, Norton, Robert Mondavi, Glorioso, Marqués de Riscal entre otras. El Catador celebra en el presente año su treinta aniversario y su participación en ARTRES viene a ser parte de una serie de celebraciones conmemorativas de este importante acontecimiento.
La marca Mercedes-Benz representa la estrella que motorizó el mundo, sentando los precedentes del diseño majestuoso automotriz, y cambiando con cada nuevo modelo la percepción de la historia. Durante la actividad, Autozama presentó de manera oficial, el nuevo modelo Clase R, elegante combinación de potencia, superioridad y grandes reservas de prestaciones, con tres filas de asientos individuales.
La Galería Lyle O. Reitzel que durante más de una década se ha dedicado a la presentación, promoción y difusión de artistas contemporáneos, que trascienden en los circuitos internacionales y que acaba de abrir en Miami su nuevo espacio con rotundo éxito, presenta en esta actividad una importante colectiva bajo el título: «Siete Poéticas operativas en el Caribe Contemporáneo»: Luís Cruz-Azaceta, José García-Cordero, Edouard Duval-Carrie, Gustavo Acosta, José Bedia, Eleomar Puente y Gerard Ellis.
LUIS CRUZ-AZACETA (Cuba, 1942)
Uno de los primeros artistas latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX en penetrar el Establishment cultural, el sistema de representación o redes de espacios de resonancia del arte contemporáneo en los Estados Unidos, especialmente de la ciudad de Nueva York, donde ha trabajado y vivido durante las últimas tres décadas. Neoexpresionista, fabulador del delirio y el absurdo cotidianos. Abstracto-automático o alucinado minimalista en la materialización de sus atmósferas deliciosamente críticas, sicodélicas, cargadas humor y de ironía
JOSE GARCIA-CORDERO (Santo Domingo, 1954-)
En sus obras recientes, José García-Cordero aborda una extraordinaria diversidad de temas en los que toca puntos hipersensibles de la cultura y de la realidad sociopolítica del Caribe contemporáneo. Imágenes subversivas, habitadas por seres perversos, transfiguraciones y sombras siniestras. Territorios irreverentes o naturalezas «vivas» que operan como inefables «encarnaciones» del fascinante y terrible espejo de nuestras otredades. García-Cordero procede con su característico rigor de ejecución y humor cáustico, ironizando con notable originalidad y lucidez en torno la historicidad, las mitologías identitarias y las circunstancias trágicas de la subjetividad en una sociedad frenéticamente abismada en el consumismo, los ritos de la violencia, la doble moral y la corrupción política.
EDOUARD DUVAL-CARRIE (Puerto Príncipe, Haití, 1954-)
Atendiendo al alto grado de elaboración simbólica con que está expresada la espiritualidad haitiana en la obra de Edouard Duval-Carrie, podemos afirmar que, en penúltima instancia, sus pinturas recientes exponen la vitalidad de una consciencia distintiva que se reafirma sobre sus más explosivas y fructíferas colisiones sociales y culturales. En ocasiones, Duval-Carrie se arriesga hasta los bordes del magicísmo preciosista, pero lo que nos toca sensiblemente en sus pinturas, técnicas mixtas, esculturas e instalaciones recientes es la sutil resemantizacion del cotidiano e insólito reino de lo realmaravilloso, así como sus visiones «purificadas» de la sugestiva, trágica y esperanzada historia de su pueblo.
GUSTAVO ACOSTA (La Habana Cuba, 1959-)
En las obras pictóricas recientes de Gustavo Acosta confrontamos la representación conceptualizada de vistas aéreas, signos arquitectónicos, escalinatas, puentes, murallas, estructuras interiores y exteriores que, más allá del intento de «frisar» únicamente la ilusión del mundo perceptible y el carácter de fachada de nuestra civilización, nos sitúan ante la advertencia del carácter polisémico del producto artístico contemporáneo. Estas obras resultan de una práctica creadora procesada con tal grado de especialización que, ya en su analítica construcción de atmósferas cristalinas y expresivas formulaciones de lo matérico, así como en su expansivo repertorio simbólico, percibimos un universo visual vitalizado, en primera instancia, por una serie de recursos expresivos que operan partiendo de la sutil transmutación de los elementos fundamentales de la paisajística occidental tradicional.
JOSE BEDIA (La Habana, Cuba, 1959-)
Si a lo largo de las décadas de los 80 y 90 la obra de José Bedia estuvo marcada por un antropologismo de poderosa convicción identitaria, en los últimos cinco años su repertorio simbólico admite un horizonte de apertura en el que confluyen las huellas de la comunidad cósmica, las raíces terrenales, las mitologías y ritos cotidianos, así como la salud mental y espiritual del tiempo que le ha tocado vivir. La observación se confirma ante una serie de pinturas de notable capacidad metafórica en las cuales Bedia profundiza su reflexión sobre cuestiones íntimas, políticas, científicas, culturales, éticas y ecológicas que nos tocan profundamente.
ELEOMAR PUENTE (Santiago de Cuba, 1968-)
En la obra pictórica reciente de Eleomar Puente, la referencia al espacio urbano se instala como imagen de una ciudad sitiada «desde adentro». Esta obra logra calar de manera incisiva en nuestra consciencia y nos hace pensar en las relaciones de poder, en los discursos, en las redes, apariencias o in-consistencias de lo real y de lo no real. En sus deliciosas, enigmáticas e inquietantes imágenes, activa fulminante todo el esplendor de la plasticidad síquica de nuestro ser y no ser. La suya es una poética visual de lo paradójico, materializada sobre el rigor del oficio, sobre las asimilaciones y transmutaciones de los más vitales substratos técnicos y estilísticos de la modernidad pictórica caribeña y latinoamericana.
GERARD ELLIS (Santo Domingo, 1976-)
Con sus premiadas participaciones en el Concurso de Pintura Jóven de Casa de Teatro (1996, 2001, 2003) y en el XX Concurso de Arte E. León Jimenes (2004), más su excelente demostración en la XXlll Bienal Nacional de Artes Visuales (2005), Gerard Ellis emerge con una personalidad artística y una obra pictórica que se constituyen en una auténtica sorpresa en el contexto de la pintura dominicana del último lustro. Su compenetración existencial con el médium y su atención sobre los recursos sistemáticos del oficio «resultan» en una factura impecable del espacio pictórico. En estos espacios, accedemos ante un «frágil» y mutante imaginario que, tanto nos remite a las nuevas mitologías cotidianas que signan este instante próspero y escamoteado de la fiesta del Cyborg, como a la parafernalia doméstica o tecnologías ansiolíticas que nos depara la «matrix» globalizante de la vanidad, folclor volátil, inflamable, alienígena y alucinógeno de la posmodernidad.