Arturo Peña “Tengo muchos amigos, pero no gané millones”

Arturo Peña “Tengo muchos amigos, pero no gané millones”

Arturo Peña resalta como una de sus grandes satisfacciones el poder contar con buenos y leales amigos.

“Durante mi carrera de 16 años como pelotero profesional, no gané muchos millones de dólares, como ha sucedido con otros jugadores”, dice el líder de salvados de todos los tiempos de la liga dominicana.

“Pero tengo la gran satisfacción de contar con muchos y buenos amigos, en mi comunidad de Palo Verde, en el país y fuera de la República Dominicana”, añade el hermano del ex receptor de grandes ligas Tony Peña.

Identificado como “El Rey Arturo”, por el dominio que ejercía frente a bateadores rivales, Arturo Peña jugó 16 temporadas con las Aguilas Cibañeas, desde la campaña del 1983-84 hasta la del 1998-99.

Terminó con 28 victorias contra 25 derrotas y 2.61 de efectividad en 350 partidos lanzados.

Es el líder de salvados de todos los tiempos del béisbol invernal dominicano, con un total de 88.

Su paso por las Grandes Ligas fue efímero, solo jugó una temporada, con los Tigres de Detroit.

“Aún así me siento muy satisfecho con lo que fue mi carrera como lanzador relevista”, afirma Peña, al ser entrevistado por redactores de HOY en su comunidad de Palo Verde, municipio de Castañuela, provincia Montecristi.

El Rey Arturo fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicana en el 2007.

Relaciones con hermano. Arturo destaca que más que un hermano, Tony ha sido como un padre para él.

“Conversamos practicamente todos los días”, expone Arturo, quien en la actualidad se dedica a la agricultura. “Mis días los paso entre Palo Verde y Santiago”, agrega.

Momentos inolvidables. Entre los momentos que Arturo dice que no olvidará jamás cita su primera salida con las Aguilas Cibaeñas.

“Nunca olvidaré cuando Winston -Chilote- Llenas (manager) me llamó para lanzar a las Estrellas, en momentos en que las bases estaban llenas y el receptor era mi hermano Tony Peña”, expresa.

Recuerda que eso ocurrió en el 1985.

Ponchó a dos rivales y retiró un tercero con elevado al cuadro.

Otro momento fue su último partido en la pelota invernal, cuando las Aguilas organizaron un acto de despida con el Cuerpo de Bomberos y él vestido de bombero.

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