SANTIAGO. El presidente de la Conferencia del Episcopado censuró lo que denominó «danzas de dinero que van y vienen en todo lo que se refiere a energía eléctrica, sin que nunca se solucionen» las tradicionales crisis en ese servicio.
Asimismo, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio pidió al próximo gobierno, diseñar un plan para iniciar el restablecimiento del suministro eléctrico y que se elimine el temor de una parálisis nacional.
Entiende que este plan podría ser sectorial y permitiría corregir la problemática energética y entiende que de otra forma nunca se lograría superar los apagones que desde hace décadas afectan a los dominicanos.
«Nos cuesta mucho entender cómo tenemos tantos apagones. A nosotros se nos dicen muchas cosas, se nos ofrecen soluciones, pero en realidad, no encontramos el porqué no se solucionan@, dijo el prelado al ser entrevistado por HOY.
Indicó que la gente sufre los apagones, pero más porque no hay un plan para resolver esta situación.
ASi tuviéramos un plan, y es lo que desearíamos, que las nuevas autoridades diseñen un plan, con programa y en distintas metas puedan ir dando soluciones reales@, expresó.
De la Rosa y Carpio, arzobispo de la Diócesis de Santiago, estima que tiene la esperanza de que entre las primeras medidas del próximo gobierno, estén las de comenzar a recuperar lo que es el país.
«También nosotros esperamos que ellos puedan dedicar todas sus energías a mirar la situación que vive el pueblo, que más que cuestiones políticas internas, ellos dediquen sus energías a la población dominicana que espera, que se ocupen de eso, la energía eléctrica, la economía, los problemas sociales como la seguridad que nosotros tenemos, a la pobreza, en fin a los problemas prioritarios» dijo.
Además, manifestó que es una pena que en América Latina, incluido el país, haya una gran desconfianza en los políticos de manera general y cree que una de las cosas interesantes es devolver la confianza para que los capitales retornen a la nación.
Expresó su confianza de que las próximas autoridades gobernarán en favor de la clase pobre, que durante décadas ha sido totalmente marginada.