POR NARCISO PEREZ
SANTIAGO.- El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón  Benito de la Rosa y Carpio, se mostró ayer partidario del establecimiento de la cadena perpetua contra aquellas personas que cometan crímenes o actos delictivos graves.

“El crimen de Vanessa Ramírez Faña catalizó y reunió a todos los sentimientos y pensamientos del pueblo dominicano, y por lo tanto es un grito para la justicia”, subrayó monseñor de la Rosa y Carpio. Indicó que si se establece la cadena perpetua, esto podría disuadir a muchos a no repetir los mismos crímenes.

“Ojalá los legisladores nuestros tomen en serio el grito de este pueblo que quiere más seguridad y mayor firmeza”, expresó.

Dijo que corresponde a los próximos congresistas dotar al país de leyes que penalicen realmente a quienes delinquen y cumplan con las penas establecidas en los tribunales judiciales.

“Es muy doloroso para un pueblo que se diga, cuando apresan a alguien por un crimen, ésos ya han estado presos por asesinatos o robos y atracos”, dijo monseñor de la Rosa y Carpio. Señaló que tal como existe en otros países, aquí debe implementarse la acumulación de penas.

“Es verdad que las cárceles no siempre sanan a las personas, pero un principio es que la sanción ayuda a disuadir a otros a que hagan lo mismo y se puedan evitar”, puntualizó. Monseñor de la Rosa y Carpio dijo que la sangre de Vanessa y otros cientos de dominicanos levantan un grito al cielo para que se haga justicia frente al Gobierno, los legisladores y la Policía.

“Cada dominicano tiene que asumir su responsabilidad en el problema de la criminalidad y la violencia, no podemos dejarle esto al Gobierno, a la Policía o la justicia, la sociedad civil, tal como lo ha hecho, está reclamando en las calles”, expresó.

Señaló que la Iglesia Católica por principios humanos y universales, no apoya la pena de muerte, pero sí condenas fuertes como la cadena perpetua. “Si a esto no le ponemos freno, terminaremos como en una selva y eso no puede suceder”, planteó monseñor de la Rosa y Carpio.

Sobre el pedimento de los inculpados en el crimen de Ramírez Faña para que se les preserve su integridad física, el prelado católico dijo que es necesario mantenerlos con vida. “Nosotros les vamos a dar a ellos, los que les niegan a los demás”, señaló monseñor de la Rosa y Carpio.

Manifestó que ojalá los jóvenes señalados como autores del crimen aprendan a respetar las vidas de los demás.

Las declaraciones de monseñor de la Rosa y Carpio se produjeron ayer tras presidir la Eucaristía donde monseñor Agripino Núñez Collado fue juramentado por cuatro años más como rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).