Washington, (AFP).- El arzobispo de Milwaukee, Wisconsin (norte de Etados Unidos), donde un cura abusó sexualmente de 200 niños sordos, manifestó su «horror» frente a tales crímenes, pero defendió al papa Benedicto XVI ante quienes lo acusan de encubrir los casos de pedofilia.

«Este crimen, este pecado, este horror nunca debería ocurrir, especialmente de parte de un cura», dijo monseñor Jerome Listecki en la misa Crismal, propia de la Semana Santa católica, donde los curas renuevan los compromisos asumidos en su ordenación sacerdotal.

«Los que cometieron esos crímenes y los que no hicieron todo lo que estaba a su alcance para impedirlos, incluidos los obispos, van en contra de todo lo que la Iglesia y el sacerdocio representan», subrayó.

En cambio, Listecki rechazó las acusaciones contra el papa Benedicto XVI, cuestionado por encubrir, según sus detractores, al menos tres casos de curas pedófilos cuando era obispo de Múnich y posteriormente como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005).

Uno de los casos refiere al padre Lawrence Murphy, quien reconoció haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de unos 200 niños sordos y con deficiencias auditivas cuando trabajaba en la escuela St John’s del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.

Una de sus víctimas, Arthur Buzinski, dijo recientemente que «el Papa estaba al tanto de esto. Deberían señalarlo como responsable», pues fue informado del caso en 1990, cuando el entonces cardenal Josef Ratzinger era el guardián de la ortodoxia en el seno de la Iglesia católica.

«El Santo Padre fue firme en su compromiso para combatir y erradicar de la Iglesia los abusos sexuales cometidos por clérigos (…) Se reunió con las víctimas y sobrevivientes y castigó a los obispos por su falta de juicio y liderazgo», aseguró Listecki.