POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- El arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio hizo ayer un llamado para que la sociedad no ceda en su lucha contra los actos criminales y delictivos que trastornan al país, porque aunque nos ataquen, tenemos que volver a contraatacar, cada uno desde el lugar en que está.
Monseñor De la Rosa y Carpio consideró también que esa es una batalla que todos deben que seguir dando, aunque parece que a veces avanzamos en la lucha contra estos males sociales, y en otras pareciera como que marchan hacia atrás.
El dignatario se mostró muy preocupado por los problemas de inseguridad ocurridos en las últimas semanas en el país.
Yo creo que, usando un lenguaje religioso, estas son pruebas por las que pasamos que tenemos que seguir enfrentando, agregó el prelado. Sugirió que no se ceje ante los ataques del mal, ya que cuando se enfrentan los males siempre habrá una resistencia y el mal luchará por no salir de los terrenos que ha ganado. Sostuvo que hay que seguir la lucha y que aunque a veces haya un respiro, nadie debe sentirse seguro hasta que no se logre el triunfo en la lucha contra la delincuencia.
Lo que tenemos que hacer es seguir batallando y si nos atacan, lo que tenemos es que seguir la batalla contra la delincuencia, reiteró el arzobispo.
Desde hace varios días, se vienen registrado atracos, asaltos, robos con violencia y otros hechos delictivos en esta ciudad, que demuestran un nuevo aumento de las acciones de violencia.
Monseñor De la Rosa y Carpio dijo que los problemas de violencia de hoy día son el lodo de ayer que fue metiéndose poco a poco y ya ves como se ha complicado y que preocupa a todos los que viven en esta parte del país.
Monseñor De la Rosa y Carpio habló en el acto de presentación del licenciado Apolinar Ramos, a quien designó como director del semanario católico Camino, órgano de difusión que edita la Arquidiócesis de Santiago. Ramos sustituye en esas funciones al fallecido sacerdote Ramón Dubert.
En otro orden, se refirió a la tragedia de los 25 haitianos que murieron en un camión cerrado cuando eran introducidos de manera ilegal a la República Dominicana, lo que consideró penoso que se produzca.
Monseñor de la Rosa y Carpio lamentó el sufrimiento que acarrea a las familias la muerte de estos haitianos.
Ahora todo el mundo sabe y es casi como un principio, que detrás de cualquier tráfico cualquiera que sea, hay una red organizada y hay que invitar que eso se descubra, añadió.
Sostuvo que ya es necesario enfrentar la red de tráfico de drogas, de seres humanos y de todo lo que sea negativo y pernicioso para la sociedad dominicana.