POR GERMAN MARTE
El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, el arzobispo Ramón Benito de la Rosa Carpio, dijo ayer que el país debe ponerle atención a las denuncias de corrupción, y planteó que históricamente se ha demostrado que la peor corrupción es la de los dirigentes.

“El corruptor -del que no se habla mucho- es el  más dañino”, apuntó el religioso.

Afirmó que la corrupción ha permeado diferentes estratos de la sociedad dominicana.

Según el prelado, desde la desaparición del tirano Rafael Leónidas Trujillo, la corrupción se ha ido expandiendo en la sociedad dominicana.

“Nosotros hemos tenido una evolución tristísima, desde que la corrupción estaba solamente en el dictador y su entorno, se fue desarrollando a otros grupos de poder y penosamente ha ido calando grupos de la sociedad dominicana”.

   Una manifestación de lo mucho que ha calado el flagelo de la corrupción en el país, según el arzobispo, es que se oyen frases como “tú estás en el gobierno, aprovéchate, esta es tu hora”.

Sin embargo, apuntó, República Dominicana no ha llegado a los niveles que llegaron Sodoma y Gomorra, y resaltó que buena parte de la población es sana.

Y es esa  parte sana la que, en  su opinión, puede ayudar a rescatar a toda la sociedad, por lo que  la exhortó  a no perder la fe en que la honradez y la honestidad es lo que vale, pues a la corta o la larga el corrupto termina mal.

 De su parte, indicó, la Iglesia se está ocupando de formar hombres y mujeres que se comprometan con los valores del evangelio de tal manera que cuando lleguen al poder sean capaces de no corromperse.

Asimismo, aseveró que la Escuela juega un papel muy importante.

El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano ofreció sus declaraciones al participar como invitado especial en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.

COCCO, LISTER Y BIDÓ

A  juicio del prelado, es muy importante que tres funcionarios del gobierno, Miguel Cocco, director de Aduanas; Octavio Líster, de la Dirección para la Prevención de la Corrupción Administrativa (DPCA), y José Joaquín Bidó Medina, de la Comisión Nacional de Etica,  hayan puesto el tema de la corrupción  sobre el tapete.

“Yo creo que debemos valorar la verdad que ellos están diciendo”, expresó de la Rosa Carpio en relación a recientes declaraciones de los funcionarios donde expresaron, por separado, su gran preocupación por el auge de la corrupción en el país.

Acotó que cuando aparece la verdad se pueden buscar soluciones, como cuando se hacen los diagnóstico.

 Dijo que los tres funcionarios antes citado tienen suficiente autoridad política y moral para poder decir lo que han planteado.

“Eso (lo del auge de la corrupción) está en la boca de todos los dominicanos, pero no todos tienen la misma fuerza para hacerse escuchar”, afirmó.

En relación Miguel Cocco, el arzobispo resaltó que este es quien maneja las Aduanas, es a quien le toca recibir los dineros y hacer que se cumplan las leyes y tratar de ser honestos y aplicar una nueva manera de gestionar esa dependencia.

Consideró que debe ser muy duro para un recaudador de Aduanas que lo que el está recibiendo se lo estén gastando de mala manera, “debe ser muy doloroso”.

LA REELECCION: NI SI, NI NO

En relación a la reelección, de la Rosa Carpio dijo que se trata de un tema discutido, sobre el cual la Iglesia no tiene una posición definida, pues  algunos dicen que sí y otros que no.

Empero, apuntó que con reelección o sin ella, quien esté al frente de la nación tiene que administrar bien.

Dijo que da pena ver que  los políticos rechazan la reelección cuando  están en la oposición,  pero cuando llegan al  poder  asumen otra posición.

Sin embargo, el prelado dijo que no tiene datos para decir si la corrupción en el sector público esté vinculada a los aprestos reeleccionistas.

Finalmente,  manifestó que ojalá el dinero corrupto -venga de donde venga- no se emplee en la política, con reelección o sin ella.