POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, sugirió ayer al gobierno extender su programa de generación de empleos a las zonas rurales con un impulso económico para los sectores industrial y agropecuario, donde considera existen cuadros ocultos para crear nuevas plazas de trabajo, al tiempo que abogó porque se creen capitales autóctonos.

«En esta dimensión, crear empleos en el agro y en la agroindustrial, mirando el asunto de una nueva perspectiva, yo creo que estas fuentes siguen siendo para nosotros una cantera para la generación de empleos, fuera de las estructuras del Estado», repuso.

El prelado católico observó que hay un desentendimiento y una falta de voluntad en los gobiernos de mejorar las condiciones económicas de los campesinos, y de aislar más las zonas remotas, lo que finalmente se manifiesta como zonas de extrema pobreza y áreas más avanzadas con un desarrollo desigual.

Entiende que evidentemente la atracción de capitales foráneos no tiene tanto impacto para la economía nacional, como que se creen capitales nativos, porque «es bueno atraer capitales, pero nos hacemos demasiados dependientes, hay que crear nuestras propias fuentes».

De la Rosa y Carpio consideró que la creación de empleos es una de las grandes acciones sociales que un gobierno puede aplicar en beneficio de los sectores del pueblo más desprotegido, al tiempo que clamó porque en este año se puedan alcanzar metas altas en ese sentido.

«Yo pienso que generar empleos que no sean dentro de las estructuras gubernamentales, que sean empleos permanentes, e incluso los que están trabajando en las estructuras del Estado ojalá puedan tener empleos y que sean permanentes», precisó el arzobispo de Santiago.

Indicó que ya el país tiene unas áreas en las que se crean empleos, o sea, el turismo, donde hay más hoteles que se van a crear en el área de servicios y se crean empleos, las fábricas, las empresas, cuanto más se puedan aumentar mejor sería para el país.

Monseñor de la Rosa y Carpio aseguró que en el campo de la producción agrícola e industrial, «ahí hay que generar empleos, hay que invertir, porque nosotros nunca podemos olvidar que en el país hay una serie de empresas, como la turística donde podemos tener, entre comillas, una exportación interna donde se pueden consumir muchos productos».

Afirmó que la República Dominicana tiene la enorme ventaja que no tienen otras islas que necesitan mucha agua, y «nosotros tenemos todo esto y con los productos que cosechamos podemos nosotros exportar a las islas vecinas, sin tener que ir demasiado lejos».