MADRID (AFP).- Medio millar de inmigrantes clandestinos subsaharianos intentaron el miércoles cruzar por la fuerza la frontera entre Marruecos y Melilla, y «unos 65» lograron pasar al lado español, indicó la delegación del gobierno de Melilla, a donde viajará la número dos del ejecutivo socialista.
«Alrededor de 500 inmigrantes han protagonizado un nuevo intento de vulneración del vallado en la zona norte» y «alrededor de 65 inmigrantes lograron acceder», indicó la delegación del gobierno central en Melilla en un comunicado.
El asalto tuvo lugar en la zona de Pinares de Rostrogordo donde la valla mide tres metros y aún no ha sido elevada a seis metros como el resto del perímetro fronterizo de 12 km de longitud.
Tras una reunión con los presidentes de los gobiernos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, la vicepresidenta primera del ejecutivo español, María Teresa Fernández de la Vega, anunció que en las próximas horas viajará a ambos enclaves españoles fronterizos con Marruecos.
Durante su visita, hará «un recorrido por el perímetro fronterizo», anunció De la Vega, a quien horas antes Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda (ambos del opositor Partido Popular), le reclamaron que Zapatero reafirme la soberanía de España en Ceuta y Melilla.
De la Vega anunció además que España y Marruecos están «trabajando en un convenio de cooperación» sobre el control de fronteras.
Tras el asalto de este miércoles en la frontera con Melilla, numerosos inmigrantes presentaban contusiones y cortes y fueron atendidos por los servicios médicos de la zona, de los cuales unos veinte permanecieron entre las dos vallas, indicó la radio privada Cadena Ser.
Según la delegación del gobierno melillense, dos permanecían en observación con contusiones y el resto fueron dados de alta.
Dos guardias civiles también resultaron heridos de forma leve.
La delegación indicó que «las fuerzas de seguridad marroquíes han colaborado intensamente en la zona intentando que los inmigrantes no accedieran al vallado».
Dos nuevas unidades de guardias civiles reforzaron el perímetro fronterizo, indicó el mismo comunicado.
Desde la noche del martes, un helicóptero equipado con cámaras de visión nocturna que llegó desde Málaga, sur de España, forma parte del dispositivo de vigilancia.
Este nuevo intento masivo se produjo hacia las 05H56 locales (03H56 GMT) al día siguiente de que el delegado del gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, anunciara que se instalará una tercera barrera metálica en la frontera hispano-marroquí, única frontera terrestre entre Africa y Europa.
El comisario europeo de la Seguridad, Franco Frattini, anunció el martes que la Unión Europea (UE) enviará próximamente una «misión técnica» a Ceuta y Melilla para estudiar la situación en esos dos enclaves españoles.
La fecha de esa misión aún no fue establecida, pero podría producirse antes del 12 de octubre, cuando tienen previsto reunirse en Luxemburgo los ministros europeos de Interior.
El lunes, una infiltración masiva de inmigrantes por un sector de la frontera con Melilla dejó 135 heridos, de los cuales cinco graves.
Ocho clandestinos africanos murieron en los últimos meses en la frontera o en asaltos masivos, de los cuales cinco en la frontera con el otro enclave autónomo español de Ceuta el jueves pasado.
En los últimos días, Madrid ha acelerado los trabajos de elevación de tres a seis metros de estas vallas coronadas por alambradas de púas y equipadas por detectores de movimientos y de cámaras infrarrojas.
Paralelamente, Marruecos ha multiplicado las operaciones de policía contra los inmigrantes en los bosques aledaños a los enclaves, en las cuales el martes fueron de detenidos 136, en su mayoría subsaharianos, en los suburbios de Nador, ciudad marroquí vecina a Melilla, según la agencia marroquí MAP.